Andriy Lunin, exportero del Oviedo, cedido por el Real Madrid hasta final de la pasada temporada y que volverá al club blanco en la siguiente campaña, se despidió ayer de la afición azul tras medio curso bajo los palos del Tartiere. "Se acabó una temporada de montaña rusa, quiero decir gracias al club Real Oviedo, a los jugadores y cuerpo técnico por toda vuestra ayuda, por confianza, por estos seis meses juntos", destacó el portero, de 21 años, en un texto en el que se mostró muy agradecido al Oviedo.

"Conseguí mucha experiencia y fue un placer estar luchando por este club y esta ciudad. Gracias gente por el apoyo, estuve feliz en este club y en esta ciudad. Os deseo mucho éxito porque merecéis mucho más", finalizó el ucraniano. El regreso de Lunin al Real Madrid para competir por un puesto con Courtois era algo que se daba por seguro en el Oviedo desde semanas antes de acabar la temporada. La del portero es una de las incorporaciones de invierno de las que más satisfecha está la entidad por las ventajas en el ámbito deportivo y en lo económico (el Madrid le pagaba la mayor parte de la ficha).

En el Oviedo, Lunin completó un total de 20 partidos en los que encajó 20 tantos, dejando seis veces su portería a cero. Además, destacó en la destreza a la hora de parar penaltis, deteniendo tres de seis, la mitad de los que le lanzaron.