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CÉSAR MARTÍN | RESPONSABLE DE RELACIONES INSTITUCIONALES DEL OVIEDO

"Todos estamos de paso, lo importante es el Oviedo"

"El club consiguió salir de una situación difícil, pero ahora toca analizar los errores cometidos y afianzar la parcela deportiva"

César Martín, ayer, en el centro de Oviedo. IRMA COLLÍN

César Martín (Oviedo, 1977), ex jugador azul, es el responsable de relaciones institucionales del Oviedo y analiza el rumbo del club con LA NUEVA ESPAÑA. Se define como un "hombre de club" y dice que en el fútbol "todos estamos de paso, lo importante es el escudo del Oviedo".

- ¿Cómo es el fútbol en los despachos tras sufrir lo peor de la pandemia?

-Ha cambiado mucho, porque el fútbol no deja de ser un ámbito más de la sociedad. Nos tuvimos que adaptar y terminar esta temporada, que fue muy compleja, perdiendo la esencia del fútbol, que es la afición. El Oviedo, sin su gente, no tiene sentido. En el fútbol base se paralizó todo. Esperemos que pronto podamos volver a retomar la normalidad.

- Parece que el fútbol sin público va para largo.

-Desde luego las últimas noticias no invitan a ser optimistas. Al club le toca pensar en la próxima campaña de abonados y no sabemos bien qué pasará. El alma del Oviedo es su afición y si le quitas eso todo queda muy frío.

- ¿Cuándo se va a presentar la campaña de abonados?

-Tenemos cosas avanzadas y próximamente la lanzaremos. Afrontaremos un año complejo porque no sabemos qué va a ocurrir a nivel económico y social. Tenemos que ahondar en el vínculo con nuestra gente.

- ¿Qué situación vive el club?

-El Oviedo tiene estabilidad. No por repetirlo deja de ser importante, pero desde la llegada de Carso tenemos una situación envidiable. No tenemos deuda y ahora buscamos nuevas vías de ingreso y de crecimiento. No solo hemos crecido hacia fuera, sino también a nivel interno. En el área social tenemos muchos avances y solo falta que en el plano deportivo podamos dar ese paso a Primera, que sería un sueño, aunque tengamos los pies en la tierra. Por eso, un posible descenso hubiese supuesto retroceder muchísimos años en el crecimiento que vivimos.

- ¿Qué hace César Martín en el Oviedo?

-(Ríe). Muchas veces me hacen esa pregunta. Yo soy un hombre de club que intenta ayudar en todas las áreas posibles, porque tampoco tenemos muchas personas. Además de los compromisos institucionales, intento ayudar al consejo y a Federico para que el crecimiento del club sea continuo. También intento poner mi granito de arena en temas de cantera, que debe ser la base del Oviedo, y ayudar a la dirección deportiva si me lo piden.

- ¿Cómo se vive un año con tantos cambios institucionales?

-Si soy sincero, ahora estoy muy satisfecho. Fue muy complicado y los cambios, muchas veces, se deben a que la marcha deportiva no funciona. El club consiguió salir de la situación, pero ahora toca analizar los errores, porque esa es la única manera de crecer. El fútbol es una evaluación continua.

- ¿Qué errores cometieron?

-Tuvimos un claro problema futbolístico y a partir de ahí se genera lo demás. Ese problema, afortunadamente, se atajó a tiempo. Al final de la temporada fuimos sólidos, fiables y nos estabilizamos. Llegaron los resultados y la tranquilidad volvió, porque este negocio va de ganar partidos. Luego, reforzamos la parcela deportiva con la llegada de Arnau y de Comamala y, además, también incorporamos gente de casa a la secretaria técnica, como Roberto Suárez, Álex Suárez y Mario Prieto, que también echará un cable. Lo más importante es que el Oviedo afiance la parcela deportiva.

- ¿Por qué salió tan mal este año respecto a los anteriores?

-Eso también hay que valorarlo. Este año sufrimos, pero los anteriores no pasamos apuros, con posiciones holgadas y siempre peleando por el play-off. En la parcela deportiva siempre tuvimos grandes profesionales y quizá ahora, después de haberlo pasado tan mal, pongamos más en valor la tranquilidad de años anteriores. De todos modos, al Oviedo rondar el play-off le sabe a poco porque aspiramos a lo máximo, que es estar en Primera.

- ¿Cómo vivió el cese de Joaquín del Olmo?

-Lógicamente, cuando la persona responsable durante mucho tiempo se marcha hay cambios. Como empleados tenemos que estar al servicio del club. La transición se hizo con naturalidad y seguimos trabajando buscando el bien del Oviedo. Siempre lo digo: todos estamos de paso en la entidad, lo importante es el escudo.

- ¿La manera de gestionar de Federico González es muy distinta a la Joaquín del Olmo?

-Son responsabilidades diferentes. Federico vino a reforzar la idea de Carso y tiene más incidencia en la parcela económica. Estamos buscando nuevos ingresos y Federico nos ayuda en eso.

- ¿ Cómo fue su relación con Del Olmo?

-Yo regresé al club de la mano de Joaquín, me llamó para trabajar en el Oviedo y le estaré siempre agradecido. A todos los que estábamos en el club nos dolió su marcha, pero son cosas del fútbol. Trabajo con la misma ilusión que el primer día. El amor por el Oviedo lo tengo de cuna

- Usted llegó a ejercer de director deportivo provisional tras la dimisión de Michu, ¿cómo recuerda esos meses?

-Se generó un vacío, pero mantuvimos la calma. No nos precipitamos y entre todos buscamos la mejor solución. Personalmente me reuní con varios candidatos y al final se decidió por Arnau y estamos muy contentos con la decisión que hemos tomado. El club obró bien y hay que poner en alza la labor del consejo, que hace muchas cosas aunque no se tenga esa percepción y siempre mantuvo la calma en momentos complicados, y también Federico. Aprovechó para darle un fuerte abrazo a Vallina (presidente del club convaleciente por un problema de salud).

- Se habló mucho del "casting del Marriot" (el Oviedo se reunión con cinco directores deportivos en Madrid).

-Sí... es normal que se hable. Hay muchos intereses cruzados y mucha gente que aprovecha al Oviedo para ponerse en el mercado. Estuve en muchas reuniones y muchas no trascendieron. La elección de Arnau fue la mejor opción y esperamos que sea el inicio de una gran etapa.

- ¿Qué tal con Arnau?

-Muy bien. Poca gente sabe que coincidimos en la selección sub-21. Federico y yo nos reunimos con él antes de que llegase y entre todos decidimos su nombramiento. Los empleados del club estamos para que la gente que venga esté cómoda, pero ahora Arnau tiene que hacerse su propia idea. Es un trabajador incansable, tiene todo pensado. Le dedica todo el tiempo del mundo. Ahí está su trabajo en el mercado de invierno, con decisiones fundamentales para salvar la categoría.

- ¿Qué le pareció el cese de Rozada?

-Son situaciones del fútbol. Javi es un muy buen entrenador e hizo un gran trabajo en el Oviedo y en el filial, pero se decidió que era la mejor decisión para enderezar el rumbo. Es un gran profesional, tiene un gran futuro en el fútbol y siempre valoraremos tu trabajo.

- ¿Y Ziganda?

-Conoce la categoría y es un tipo muy sensato. Ha hecho un trabajo muy importante y tiene un muy buen perfil para el Oviedo. Ojalá esté aquí muchos años. Significará que al Oviedo le va bien.

-¿Cuál debe ser el objetivo?

-Hacer el mejor equipo posible con nuestros recursos para luchar por lo máximo. Y poner en valor la cantera. Quiero poner en valor a la generación de Lucas, Edu Cortina, Jimmy, Steven, Borja... Ellos entraron en la casa cuando el club se desangraba y los jugadores de Asturias se iban a otros equipos. Devolvieron al filial a Segunda B, han tenido un comportamiento fantástico y tienen un gran sentimiento de pertenencia. Merecen toda mi admiración y respeto porque entraron al primer equipo en un momento complicado. Tenemos que crecer a partir de esos chavales, que en el futuro pueden ser traspasados y dar beneficios al club.

- ¿Ha cambiado mucho el fútbol formativo? Casi todos loscanteranos tienen agente.

-Hay cambios en la sociedad y el fútbol no es inherente a ellos. Por eso tienen más importancia la labor de los formadores, porque nuestros chicos tienen que tener una buena mentalidad. Llegar al fútbol profesional es complicado. Y sí, es raro que un chico en cadetes no tenga representante, pero eso no pasa solo en el Oviedo. Cuando era jugador y llevaba un año en la primera plantilla no tenía agente: ninguno me había llamado. Hay representantes y agencias de todo tipo, que es cierto que a veces pueden aportar más mal que bien, pero lo importante es que el club esté atento y aporte a los chavales disciplina y trabajo.

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