El Oviedo marcó la pasada temporada un gol menos (49) que el Cádiz. Sin embargo, el conjunto andaluz ya prepara la próxima temporada en Primera División tras un brillante ascenso y el club azul trata de configurar una plantilla que al menos le evite los agobios sufridos la pasada campaña para salvar la categoría. La diferencia entre uno y otro ha estado en la fiabilidad defensiva que han tenido los andaluces, que recibieron solo 39 tantos, por los problemas que ha tenido el conjunto carbayón para que no le hicieran goles, recibiendo un total de 53 en los 42 encuentros disputados.
Esos problemas que ha tenido el Oviedo en defensa se vienen repitiendo, con mayor o menor intensidad, desde que regresó a Segunda División en la temporada 2015-16. Esa primera campaña, en la que el Oviedo compitió en los puestos altos de la clasificación durante buena parte de la Liga, uno de sus puntos débiles estuvo precisamente en la defensa. No es que los azules defendieran mal, pero tampoco consiguieron ser uno de esos equipos a los que cuesta un mundo hacerles un gol. Al final, el Oviedo recibió 51 goles y se quedó fuera de los puestos de play-off que venía persiguiendo.
La siguiente temporada, con Hierro como entrenador, el Oviedo mejoró algo esos números, pero volvió a estar lejos de los equipos menos goleados de la categoría. Los 47 goles que recibió, la cifra más baja desde que el conjunto azul regresó a Segunda, le situaron como el undécimo clasificado en cuanto a los equipos menos goleados de la Liga, bastante por debajo del octavo puesto que acabó ocupando en la tabla.
El siguiente curso las cosas cambiaron poco en este apartado, con un Oviedo que recibió 48 goles, uno más que la temporada anterior, y que volvió a estar entre los equipos más vulnerables defensivamente de la categoría. Anquela, el entrenador esa temporada, advirtió en muchas ocasiones que para ser un equipo competitivo en Segunda debían acabar con esa sangría. Lo consiguió parcialmente y el Oviedo acabó en séptima posición, lo más cerca que ha estado del play-off desde que volvió a jugar en el fútbol profesional.
La siguiente temporada, la 2018-19, fue un calco de la anterior: 48 goles recibidos, habiendo once equipos en la Liga que recibían menos tantos que el Oviedo. Los porteros del Oviedo seguían sufriendo la debilidad defensiva de un conjunto azul al que le ha faltado esa seguridad atrás para dar un salto de calidad. Lejos de mejorar, la temporada que acaba de concluir para los azules, ha sido la peor de las cinco que llevan tras el ascenso. Y el problema defensivo se ha acentuado. Los 53 goles recibidos son la cifra más alta de estas cinco últimas campañas, siendo uno de los equipos más goleados de la competición.
El club, a pesar de todo, descarta reforzarse con centrales, al considerar que el problema no está en los hombres que forman el centro de la defensa sino en la forma en la que el equipo trabaja en ese apartado que Ziganda tratará de mejorar para acercar al Oviedo a la zona alta.
