Ziganda cumplió su misión en el Oviedo con creces. El técnico navarro liderará el proyecto del Oviedo 2020/21 después de firmar unos números de ascenso directo. Los azules habrían acabado segundos si solo se contabilizaran los resultados de las últimas catorce jornadas, desde su llegada al Oviedo. El Oviedo logró en ese período siete victorias, tres empates y cuatro derrotas, con 15 goles a favor y 12 en contra, con un total de 24 puntos, los mismos que el Huesca, que le supera en el número de goles a favor.
El relevo de Ziganda por Rozada tenía como objetivo inmediato sacar al Oviedo de los puestos de peligro. Su primer partido acabó con derrota en Lugo (1-0) y los azules se situaron entonces a cuatro puntos de la salvación, una distancia preocupante a falta de un tercio de Liga por disputarse. Tras la derrota en Lugo llegó la reacción del equipo con dos victorias consecutivas, ante el Tenerife y Extremadura, que dejaron al equipo azul fuera de los puestos de descenso antes de que la competición sufriera el parón por el covid-19. La imagen ofrecida por el equipo dio tranquilidad en el club para pasar de la mejor manera posible el período de confinamiento y transmitir al técnico una gran dosis de confianza en su trabajo, hasta el punto de que el director deportivo del Oviedo, Francesc Arnau, afirmó que le gustaría contar con el técnico de cara al futuro en el caso de que se lograse la permanencia.
Los azules reanudaron la competición con dos empates consecutivos en el Carlos Tartiere, ante la Ponferradina y Deportivo, que le permitieron seguir fuera de la zona de peligro y aumentaron a tres puntos su ventaja tras su victoria en El Molinón y el empate en el Tartiere ante el Fuenlabrada. Sin embargo, la derrota ante el Numancia, un rival directo en la lucha por la permanencia, devolvió a los azules a la zona de descenso a falta de seis jornadas para la conclusión de la Liga. Una victoria ante el Mirandés y la derrota ante el Cádiz en El Carranza, dejaron a los oviedistas de nuevo en situación de peligro a falta de cuatro jornadas para el final. Ahí llegó la reacción definitiva. Con dos victorias seguidas ante Las Palmas y Zaragoza, los azules alcanzaron los 50 puntos, con cuatro de ventaja sobre el descenso y se quedaron a las puertas de certificar la permanencia, lo que consiguieron ante el Racing en el Carlos Tartiere, logrando encadenar tres victorias consecutivas por primera vez en la temporada y sumando 53 puntos que tras la derrota en el último partido de liga en Elche les situó en decimoquinta posición, con dos puntos de ventaja sobre el descenso.
Ziganda cumplió con su misión y con ello logró la renovación automática de su contrato después de conseguir firmar una recta final de temporada que salvó al club del descenso después de la peor campaña desde su regreso al fútbol profesional. Ziganda fue el tercer entrenador del Oviedo en una temporada convulsa para los azules. Sergio Egea, que inició la temporada, fue sustituido por Javier Rozada tras la quinta jornada de Liga, y éste, cesado 23 jornadas después. Ziganda llevaba sin entrenar desde mayo de 2018. El técnico navarro tenía una temporada más de contrato con el Athletic, pero no siguió en el puesto y fue sustituido por Berizzo. Se alejó de los banquillos, pero no del fútbol. Aprovechó el tiempo libre para viajar a Inglaterra y seguir partidos y los métodos de entrenamiento del Manchester City de Guardiola y del Leeds, de Marcelo Bielsa. El Oviedo le ofreció la oportunidad de regresar y no la desaprovechó.
