El mercado de fichajes transita por un terreno inestable, con los efectos del covid en la recién terminada temporada afectando y con el temor de que la situación se prolongue por más tiempo. La operación salida figura en el orden del día de los equipos por una simple cuestión económica: ante la caída de ingresos, no se podrán sufragar tantos gastos. Con las razonables cautelas por la situación, el Oviedo tiene a su favor una situación económica que, sin permitirle vivir con holgura, sí le deja cierto margen de maniobra en el mercado. El Oviedo aún tiene margen en su actual tope salarial.
El tope es un techo de gasto impuesto por la Liga en atención a las previsiones de ingresos y gastos de los clubes. Es un ente vivo, que puede variar en cualquier momento. A estas alturas de pretemporada, las entidades ya disponen de una primera valoración para saber qué margen tienen para acometer fichajes.
Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, explicó la semana pasada que había 35 de los 42 equipos que forman el fútbol profesional que "estarán por encima del límite del coste de plantilla que autoriza la Liga a través de su control económico". Es decir, que superan su tope salarial.
Francesc Arnau aclaró en la entrevista de ayer a LA NUEVA ESPAÑA que el Oviedo no era uno de esos 35 conjuntos y que el club azul tenía "lo suficiente para hacer algunas operaciones en el mercado". Esta situación le coloca en una posición ventajosa en el mercado.
Peor pinta el panorama para la gran mayoría de clubes del fútbol profesional en España. Los efectos del covid, la no asistencia a los estadios sobre todo, ya se deja ver en los límites de gasto: la Liga ha dado indicaciones de que solo se valorará el 65% de la partida de ingresos por abonados y por asistencia a los estadios.
Los movimientos del mercado han dejado ya claro que a los clubes más fuertes les costará "colocar" a los futbolistas con los que no cuentan. Todos los equipos han perdido poder adquisitivo, también los que eran destino de descartes, ya sea en forma de cesión o tras rescindir con su club de origen. Por eso, ahora es importante jugar con los tiempos.
La situación aún deja margen de maniobra para los equipos en problemas, pero la sensación es que el paso del tiempo llevará a los clubes a facilitar la salida de sus descartes, y ahí es donde pueden aparecer oportunidades jugosas en el mercado. En los despachos del club azul ya se han recibido llamadas de algunos conjuntos con una rémora importante de futbolistas ofreciendo a sus descartes.
Y en un escenario tan imprevisible está el Oviedo, que tiene como baza que no cuenta con una necesidad acuciante de sacar tajada por los futbolistas que no entran en los planes. Son tres los que deben buscarse destino: Javi Fernández, Edu Cortina y Diegui Johannesson. La incertidumbre con el futuro de la Segunda B, destino más factible de los jugadores que no cuentan, no pone sencilla la labor de encontrar acomodo a todos ellos. A la par, el club busca mayor poder adquisitivo con una reestructuración de salarios que, según la valoración de Arnau, permitiría al Oviedo tener más de 500.000 euros extra para invertir.
