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FÚTBOL | SEGUNDA DIVISIÓN

Lucas, el que resiste gana

El canterano, al que quisieron sacar del Oviedo en enero, se consolida en el primer equipo

Lucas, el que resiste gana

Francesc Arnau hizo todo lo posible porque Lucas Ahijado (Oviedo, 1995) buscara otro destino en el mercado de invierno del pasado curso. El director deportivo del Oviedo quería que el canterano encontrara un destino en el que sumar los minutos de juego que no estaba teniendo en el equipo azul, donde el puesto de lateral derecho era propiedad de Juanjo Nieto. Además, en el caso de que Nieto tuviera que perderse algún partido, se podían buscar otras opciones para suplirlo con los extremos de los que disponía la plantilla.

Pero Lucas no tiró la toalla y se empeñó en seguir intentando hacerse con un sitio en el once, en el equipo de su casa, en el club en el que había crecido y en el que tanto le había costado alcanzar el primer equipo. El tiempo y el trabajo le acabaron dando la razón y una lesión de Nieto en el tramo final de la pasada temporada hizo que su participación fuera fundamental en los partidos en los que los azules se jugaban la permanencia. El rendimiento del ovetense convenció a Ziganda y Arnau tuvo que cambiar de parecer. El director deportivo azul no tuvo problema alguno en reconocerlo con claridad en la entrevista que concedió a LA NUEVA ESPAÑA: "Se ha ganado el sitio y contamos con él; en enero quería que saliera, pero la situación ha cambiado. Aprovechó su oportunidad", sentenciaba.

Uno de los que más se alegra de que esto sea así es Fermín Álvarez, el entrenador que se lo llevó al Oviedo cuando Lucas jugaba en el Juventud Estadio, siendo aún infantil. "En esa época jugaba de delantero centro porque era muy rápido", rememora el ahora entrenador del Covadonga, equipo recién ascendido a Segunda B. La evolución de Lucas pasó primero por cambiar la delantera por la banda: "Jugó de extremo derecho hasta juveniles, después empezamos a ponerlo más atrás", dice.

Para Fermín, uno de los problemas que ha tenido Lucas es precisamente su buen comportamiento : "Siempre ha sido un poco un tapado, es un chico introvertido, que nunca molesta y que nunca da que hacer". Fermín define a Lucas como uno de esos jugadores que los entrenadores quieren en su equipo: "Enseguida te das cuenta de que es un jugador de equipo, que además cubre varias posiciones y que entrena muy bien". Ese mismo carácter le juega a veces malas pasadas: "Parece que acepta la suplencia y tiene que demostrar que puede ser importante", se extiende Fermín.

Lo que sucedió la pasada temporada da la razón al entrenador del Covadonga en su teoría con respecto a los jugadores de formación: "Cuando a un canterano le das confianza puede llegar a ser importante, no pasa siempre; pero hace falta darles confianza para comprobarlo". Y el caso de Lucas es para él muy evidente: "A veces parece que le falta creérselo, algo de carácter; otros con menos condiciones han llegado".

Entre sus virtudes, destaca Fermín, está que "siempre tuvo un compromiso enorme. Le tocaron años duros, con muchas dificultades hasta para dispone de balones, a él y a Edu Cortina les tocó sufrir mucho", dice. Para Fermín sus mayores virtudes como jugador son que "es potente y muy difícil de parar. Si lo driblan, recupera muy bien el sitio y ha adquirido mentalidad defensiva; cuando lo han empezado a sacar ha demostrado que no es inferior a nadie". Un jugador, además, "muy querido entre sus compañeros, alguien del que nadie te hablará mal".

Otro entrenador que ha sido importante en la carrera de Lucas Ahijado es Iván Ania, alguien que considera que el lugar ideal para Lucas es el de extremo derecho: "Puede jugar de lateral, pero su sitio es más adelante; como lateral te da mucho en ataque pero está claro que a la hora de defender los conceptos defensivos no son fáciles de coger y él empezó hace poco a jugar de defensa".

Iván Ania fue el entrenador que subió a Lucas del juvenil de División de Honor al filial. El siguiente año lo tuvo toda la temporada en el Vetusta en un curso en el que disputaron la promoción de ascenso a Segunda B frente al Arenas de Getxo: "Tenía de lateral a Diegui y de extremo a Lucas. Es un jugador desequilibrante por su potencia, llega fácil a la línea de fondo, pone buenos centros, juega con sentido y tiene un tren inferior muy fuerte que le permite frenar y arrancar muy rápido. Eso le permite desbordar, para mí es un extremo de los que ya no hay, de los que encaran y desbordan", añade.

Ania coincide con Fermín en que es un "chico introvertido" y añade que tiene claro algo muy importante: "Quiere ser futbolista".

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