En el fondo se trata de hacer "malabarismos" contables, como Francesc Arnau reconoció esta semana. Sumar y restar para que todo cuadre. La situación global no ayuda y la incertidumbre sobre la presencia de aficionados en las gradas y sus consecuencias en la campaña de abonados lastran la previsión de ingresos por lo que los clubes se ven obligados a ahorrar todo lo que puedan. Ahí surge la idea de la dirección deportiva azul de tratar de liberar una parte (el 25%) de los sueldos más importantes de la primera plantilla para tener más espacio en el tope salarial, el techo de gasto que impone la Liga. Y en esos planes para que todo encaje, un contratiempo: el mercado de Segunda B no termina de arrancar y los tres descartados por Ziganda (Johannesson, Javi Fernández y Edu Cortina) no encuentran de momento acomodo en otro equipo.
La situación no es sencilla de prever. Arnau les comunicó a los tres futbolistas los planes del cuerpo técnico con ellos, sin sitio en la dinámica del primer equipo. Por sus aportaciones el último año, se entendía que la Segunda B (quizás Johannesson con alguna opción en Segunda) era el escenario más idóneo para encontrar acomodo. Desde el club azul se abrió la puerta a una cesión en la que el club que acogiera a los futbolistas abonara un porcentaje del sueldo, una medida que permitiría aligerar el capítulo de gastos en el Oviedo y tener más margen para intentar incorporaciones.
Diegui Johannesson es el que tiene una ficha más importante entre las salidas. El internacional por Islandia ya jugó a partir de enero en el Cartagena, de Segunda B, con una fórmula similar a la que ahora busca el Oviedo con sus descartes: el conjunto blanquinegro asumía una parte importante del sueldo del futbolista. Un paso decisivo para que la dirección deportiva pudiera cerrar más fichajes.
La temporada acabó con el ascenso del Cartagena, pero el contrato de préstamo no incluía opción de que Johannesson siguiera en el club blanquinegro y en las últimas semanas el Oviedo no ha recibido ninguna noticia del Cartagena para preguntar por la situación del lateral, que jugó 45 minutos en el amistoso ante el Celta.
El que no disfrutó de ningún minuto es Javi Fernández, también en la rampa de salida. Aunque tampoco con opciones inmediatas de salida. El central fue una apuesta de Ángel Martín González. A Javi Fernández le costó su adaptación a Segunda y en el mercado de invierno se le buscó un destino en el que sumar minutos. Pero no los encontró en el Villarreal B, perjudicado por la suspensión de la competición.
El caso de Edu Cortina tiene matices. Como sus dos compañeros sabe que no entra en los planes de Ziganda. Pero, de momento, el club no ha cerrado la llegada de ningún pivote, por lo que solo tiene por delante en el escalafón, en teoría, a Tejera y Jimmy, que sí cuentan para el navarro. En Vigo, el canterano disfrutó de 45 minutos haciendo pareja con Jimmy en el centro del campo.
Con Cortina, el club alcanzó un entendimiento rápido, convencidas las dos partes de que lo más provechoso era una salida este verano. Pero la incertidumbre en Segunda B ha provocado que, de momento, no hayan llegado ofertas por un futbolista que sigue ejercitándose a las órdenes de Ziganda a dos semanas de comenzar la competición.
La posición de los descartes puede ampliarse a futbolistas como Ugarte o Steven, que el año pasado estuvieron en el filial pero tienen ficha asegurada con el primer equipo aunque no se cuenta con ellos. La situación no crea alarma en el club, pero se entiende que es uno de los asuntos pendientes a abordar en los próximos días. A la plantilla aún le quedan varios refuerzos por llegar: Dos pivotes, un extremo y un delantero, además de un lateral izquierdo si hay margen en el tope, según las palabras de Arnau a LA NUEVA ESPAÑA la semana pasada. El plan inicial podría tener que revisarse en el caso de que las salidas no colmen las expectativas iniciales y no haya tanto margen en el tope.
