La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Más de mil nombres en el radar del Oviedo

La secretaría técnica del club ha elaborado informes en apenas ocho meses de un millar de futbolistas, desde Segunda B a ligas extranjeras | El trabajo se desarrolla de manera coral en diversos focos, con Mario Prieto, el último en incorporarse, centrado en la Segunda B

David Comamala y Roberto Suárez, en El Requexón. FERNANDO RODRÍGUEZ

Dos son los programas sobre los que recae el trabajo de la secretaría técnica del Oviedo. Wyscout es una plataforma que analiza jugadores, partidos, datos estadísticos y contiene videos. Scout7 es una base de datos, muy en boga en la Premier, que permite el almacenamiento de estadísticas e informes de los futbolistas que interesen. Son las dos armas informáticas de las que dispone un área, la de la secretaría técnica, que el Oviedo ha reforzado en los últimos meses y que se basa, sobre todo, en el elemento humano.

La llegada de Francesc Arnau a la dirección deportiva el pasado diciembre ha provocado cambios drásticos en la rutina del club azul. La secretaría técnica, el mejor ejemplo, tiene ahora cuatro integrantes: David Comamala (mano derecha de Arnau), Roberto Suárez, Álex Díaz y Mario Prieto, el último en llegar. Todos bajo la supervisión del director deportivo. En apenas ocho meses, la secretaría técnica tiene en su poder informes de más de mil futbolistas que pueden ser interesantes en algún momento para el Oviedo.

Mario Prieto, el encargado de Segunda B. De momento, no hay áreas asignadas a cada componente, sino que el trabajo es principalmente coral. Aunque hay algunas excepciones. Así se explica la incorporación de Mario Prieto, exjugador del Oviedo y que el año pasado actuó como segundo entrenador del Vetusta con Emilio Cañedo. Mario Prieto llegó con un cometido claro: centrarse sobre todo en la Segunda B, un mercado muy apetecible para los intereses azules, por la abundancia de talento desconocido y el menor coste de una posible incorporación. Cedric Teguia, que dejó buenas sensaciones en el filial del Atlético el curso pasado, es el mejor ejemplo.

De Segunda B a las ligas extranjeras. Precisamente la Segunda B fue la primera categoría en la que la secretaría técnica se centró cuando se fijaron las bases del nuevo rumbo, ya con David Comamala, mano derecha de Arnau, en el club. Un escalón que presenta más dificultades de seguimiento al tener que controlar cuatro competiciones (este año será aún mayor el volumen de trabajo).

La lupa se centró después en la Segunda División y, en menor medida, Primera División. Cuando se hizo todo el rastreo, se empezó a tocar ligas extranjeras, como las competiciones vecinas de Portugal y Francia. Junto a las ligas estudiadas, la secretaría técnica añade el concepto de "jugadores saltados": oportunidades que surgen de otros mercados, bien porque el futbolista ya era conocido por los ojeadores o bien por un ofrecimiento de un agente. Rafa Mujica pertenecería a esta sección.

Trabajo por fases. Como es común en cualquier secretaría técnica, el trabajo se divide en fases temporales, en las que se va estrechando el cerco. La llegada a mitad de temporada de Arnau y Comamala y la implantación sobre la marcha del nuevo modelo ha provocado que deba efectuarse los análisis a la carrera. La forma de trabajar en estos meses precedentes ha tenido dos filtros.

El club centra el trabajo en una competición, la liga portuguesa, por poner un ejemplo, y emplea 3 semanas en su estudio. Roberto Suárez (con una valiosa experiencia en la dirección deportiva del Cádiz) y Álex Díaz (que ha dado el salto desde categorías inferiores y al que definen como "un todoterreno") hacen la primera batida y elaboran una lista, tras ver decenas de partidos, de unos 20 futbolistas que encajarían en el Oviedo. Tras ese primer filtro, Arnau y Comamala ven a los seleccionados y se quedan con entre 5 y 10 candidatos más idóneos.

Informes de jugadores y de partidos. La información recopilada se divide en dos grandes áreas: los informes sobre jugadores y sobre partidos. Si un futbolista está en el radar, se visionan choques en los que juegue para ampliar la información sobre el mismo. Pero el trabajo no se queda ahí. La persona que analice cualquier encuentro debe añadir un informe de dicho duelo. Así, en el Scout7, se agregan datos sobre el futbolista a seguir y, además, sobre el partido visto, incluidos los jugadores que han llamado la atención.

Adaptarse a los tiempos. La mejor forma de conocer lo que puede dar un futbolista es verlo en directo. En el estadio se pueden percibir cosas que en la televisión solo se intuyen. Pero la crisis del covid entró de lleno en pleno crecimiento de la secretaría técnica y los ojeadores se han adaptado a la situación: el seguimiento de videos de los partidos como forma de subsistir. Si en el futuro próximo se abre la posibilidad de asistir a los estadios, se volverá a intercalar el seguimiento por video con el que se hace en directo.

Compartir el artículo

stats