El Real Oviedo presentó esta mañana a su nuevo portero, el joven brasileño Gabriel Brazão, con el que el conjunto azul da por cerrada ese puesto en el equipo. El primer fichaje de la temporada fue Joan Femenías y ahora llega Brazão, con los que suple a Champagne, Lunin y Alberto Herrero, los tres metas que ocuparon la portería azul el pasado curso.

El brasileño llega, además, con ganas de triunfar. Al menos eso expresaba en su presentación de hoy: "Lunin es un gran portero pero yo también lo soy, somos proyectos distintos y este que se me ha propuesto me ha ilusionado y me ha gustado mucho", dijo al ser preguntado por el meta del Madrid que ocupó en el final de la pasada temporada la portería azul.

Tampoco le preocupa demasiado a Brazão el tema de la presión que, a sus 19 años, puede suponer ser portero del Oviedo, un club con mucha afición y con una exigencia muy alta: "En Brasil decimos que la presión es la que tiene un padre de familia cuando tiene que salir a las 5 de la mañana a trabajar sabiendo que por la tarde no hay comida para darle a sus hijos. Yo sólo juego al fútbol, pero con mucha responsabilidad. No siento la presión, no tengo una carga sobre mí, sólo me dedico a disfrutar", añade.

Brazão estuvo el año pasado acompañado por dos exoviedistas como Néstor Susaeta y Jon Erice, que pudieron orientarle un poco sobre el equipo al que viene: "Tanto Susaeta como Erice me han hablado muy bien del Real Oviedo", señalaba.