"Es un refuerzo de lujo", dijo Francesc Arnau, director deportivo del Oviedo, acompañado de Edgar González, el quinto refuerzo de esta extraña pretemporada que aterriza en el club azul cedido por el Betis, una fórmula a la que se está agarrando la dirección deportiva para sortear los obstáculos de un mercado tan inestable. "Vengo de entrenarme con el Betis. Incluso participé en un amistoso con ellos. Estoy disponible para jugar", expuso el centrocampista. La suya será una integración exprés: el Oviedo quiere que se adapte cuanto antes a su nuevo entorno y tendrá minutos en alguno de los dos amistosos programados para hoy (12.00 horas en el Tartiere ante el Athletic de Bilbao) y mañana (19.30 en El Toralín contra la Ponferradina).

La jornada fue como se preveía, con la llegada de futbolista a Asturias a primera hora de la mañana, el reconocimiento médico, la firma del contrato y el primer entrenamiento a las órdenes de Ziganda. De tarde, su presentación ante los medios. "Para mí es un año muy ilusionante. El Betis me habló de la posibilidad de salir cedido y he estado convencido desde el primer día de venir al Oviedo, por el proyecto y la exigencia. Me motiva", explicó el centrocampista. "El Betis me transmite que una cesión me haría crecer para volver más formado. Necesito jugar", añadió el nuevo futbolista azul.

Para el Oviedo, su llegada cierra la incertidumbre con una posición capital, una de las grandes demandas de Ziganda en el presente mercado estival: la del pivote de corte defensivo, el jugador llamado a aportar equilibrio al sistema. Justo el trabajo que el año pasado desempeñó Luismi, que regresó al Valladolid tras su exitosa cesión del año pasado. Y al que la puerta se le ha cerrado con la llegada de Edgar, si es que había alguna opción de su regreso, asunto complicado por el caché del futbolista. Arnau lo expresó con claridad: "Luismi está en un mercado en el que no podemos acceder y es historia. Nos aportó mucho, pero el presente y el futuro es Edgar. Y hay que sacarle el máximo rendimiento".

El fichaje, matizó Arnau, no cierra el centro del campo porque, si quedara espacio en el tope, circunstancia que está por ver, se podría optar a un futbolista de características diferentes. "Ya no buscamos ningún pivote defensivo. Podríamos buscar otro medio centro que jugara por dentro, pero no defensivo", expuso el director deportivo.

El jugador cedido por el Betis aportó, además, otro detalle que le puede convertir en importante esta campaña: la polivalencia. "Me siento cómodo de central y de pivote. En las categorías inferiores siempre he sido central, pero en el fútbol profesional he actuado como pivote", dijo en referencia a su experiencia en Primera con el Betis, tras 11 choques ligueros tras el salto de la mano del entrenador Rubi; "Estoy disponible en las dos posiciones". Incluso podría debutar hoy mismo ante el Athletic de Bilbao.