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Borja juega y Obeng golea

A falta de la integración de los nuevos, ayer debutaron Edgar, Mujica y Cedric, el Oviedo luce pegada ante el Athletic sostenido por los dos jóvenes

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Partido amistoso del Oviedo

Entre la ronda de novedades, un par de confirmaciones. Borja sigue siendo el jugador que sostiene el fútbol ofensivo del Oviedo, el único que tiene una varita, y Obeng mantiene su dulce idilio con el gol. Quizás en el caso del ghanés no se trate de un momento de forma (con continuidad desde el final del pasado curso) sino de la constatación de que podemos estar ante un delantero importante de la categoría. Pero de momento, y a falta de pruebas de más enjundia, de la verdadera competición, se trata de una intuición. Porque toda conclusión debe cogerse con pinzas al calor (cerca de 30 grados) de la pretemporada. Como lo que se pudo ver en el entretenido 2-2 firmado ayer entre un Oviedo que se parecerá bastante al que saltará al campo el domingo que viene en el estreno de la Liga y un Athletic plagado de jóvenes.

El 2-2 permite constatar que en este Oviedo del cambio sigue habiendo alguna línea de continuidad. Este debe ser el año de la consagración definitiva de Borja. Un jugador al que siempre le ha rebosado el talento pero que ha tenido que superar más trampas que nadie para llegar a la élite. La sospecha eterna sobre los talentosos.

Lo de Obeng es diferente. Una aparición fulgurante, tanto como su fútbol. Es un delantero al que se perciben muchos defectos y una virtud incontestable, el gol. Los defectos pueden pulirse; tener el don del gol es innato. Fueron las mejores noticias de un partido que sirvió para ver tres nuevas caras en acción. Edgar estuvo correcto, sin alardes, mostrando ese fútbol pulcro y sin complicaciones que tanto se valora en una profesión de riesgo como la de mediocentro. De Cedric y Mujica habrá que esperar a citas posteriores porque entraron en escena cuando el partido languidecía preso del calor y del cansancio estival.

El amistoso plasma la idea de lo que puede poner en liza Ziganda cuando el próximo domingo los azules reciban al Cartagena en el estreno. Lo lógico es que el once inicial se parezca bastante al de ayer. Con dudas en la meta y más seguridad en el resto de posiciones. Viti aparece como una de las agradables sorpresas, en la línea de sus actuaciones esta pretemporada. De sus botas nació el primer gol. Centró con intención y Capa, que quiso ceder hacia atrás, metió el balón en su portería. Antes de ese zarpazo, el Oviedo había dejado detalles, inclinado el campo hacia la izquierda, hogar de Borja. Antes del descanso, igualó el Athletic. Carrera poderosa de Kodro y definición de Zarraga.

La segunda mitad empezó con pólvora. Villalibre cabeceó de forma precisa un buen servicio de Lekue, minuto 55. Cuatro después, una toma parecida: centro medido de Mossa y toque estético de Obeng.

Ahí murió el partido, con media hora por delante. En parte por el calor, en parte por el carrusel de cambios. Tiempo suficiente para tomar algunas notas de lo que viene por delante. Un Oviedo con pólvora que aún debe ajustar cosas atrás. Y que espera a la integración de los nuevos

Hoy, ante la Ponfe. La ronda de amistosos precompetición termina hoy, con el duelo que Ponferradina y Oviedo juegan El Toralín a partir de las 19.30 horas (retransmitido por TPA).

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