La gran novedad en el encuentro que ganó por 1-0 ayer el Oviedo ante la Ponferradina fue la presencia de Gabriel Brazão en la portería. El meta brasileño, de 19 años, debutaba así en el conjunto azul tras ser cedido por el Inter de Milán. Fue un debut plácido el que tuvo el nuevo meta del Oviedo, puesto que apenas tuvo que realizar intervenciones de mérito para evitar que le batieran. Brazão jugó todo el partido y el momento más delicado que vivió fue el penalti que marró Yuri. El delantero brasileño de la Ponferradina consiguió engañar a Brazão, pero su disparo dio en el larguero.

La primera vez que el nuevo portero azul tuvo que intervenir fue a los seis minutos de juego cuando salió con gran velocidad al borde del área para coger el balón en un arriesgada acción. Luego, a los 19 minutos, estuvo bien situado para repeler un disparo de Yuri. Nada más tuvo que hacer en una primera parte en la que ninguno de los dos equipos estuvo ni cerca de marcar un gol.

Las cosas apenas cambiaron en la segunda mitad, en la que su acción más reseñable fue una salida de puños en el minuto 67 en la que volvió a demostrar que estaba concentrado y atento en su primer encuentro como azul. Luego, al margen de la acción del penalti, el brasileño apenas tuvo trabajo.

La de ayer fue un ensayo importante para Brazão. Su primera y única ocasión en un partido antes del inicio de Liga. Ahora le toca a Ziganda decidir entre Femenías, portero que lleva más tiempo de pretemporada con los azules, o Brazão, que debutó ayer, quién será el guardamente con el que iniciará la Liga el próximo domingo (12 horas) ante el Cartagena.

Una decisión importante, puesto que se trata de una posición en la que se suela rotar poco. Se trata, además, de dos porteros jóvenes que tuvieron pocos minutos la pasada temporada y que esperan dar un salto de calidad esta temporada en el Oviedo haciéndose con un puesto en el once titular.