Un gol y un partido muy completo. Esos fueron los dos argumentos que presentó ayer Riki para intentar convencer al cuerpo técnico azul de que puede ser útil y de ayuda esta temporada en el primer equipo del Oviedo. El canterano, a punto de cumplir los 23 años, está en un gran momento de forma y de juego, como ha venido demostrando durante los partidos de pretemporada. Ante la Ponferradina pidió el balón, se asoció bien con sus compañeros y demostró que es un jugador diferente, con chispa y con creatividad suficiente como para desatascar el juego cuando hay pocos espacios. Un especialista en buscar huecos en esa zona del campo que está entre el medio y la zona de arriba, donde se decide todo en el fútbol.

Una meritoria actuación que pasó del aprobado alto al sobresaliente cuando, en el minuto 55 de partido, se hizo con el balón y se aprovechó de los metros que le había concedido la defensa rival para disparar desde fuera del área y batir al meta de la Ponferradina logrando hacer el único tanto del encuentro. Un gol que suma a sus facultades de jugador habilidoso e imaginativo la de un buen golpeo de balón.

Riki se juega muchas cosas esta temporada. Ya no cuenta como jugador sub-23 y por eso tiene difícil estar entre el primer equipo y el filia, algo que sí podía hacer la pasada temporada. El centrocampista está en un momento ideal para dar ese salto al fútbol profesional. En el partido de ayer ante la Ponferradina formó un centro del campo dominado por los canteranos de El Requexón. Jimmy, ya consolidado en el primer equipo, formó el doble pivote con Edu Cortina, al que se le busca un equipo para salir cedido esta temporada. Junto a ellos, un poco más adelantado, se situó Riki, que intenta hacerse un hueco en el equipo de Ziganda. Un tridente que funcionó y que demostró una vez más que merece la pena dar confianza a los jugadores que salen del filial.

Riki tiene ahora una semana más para seguir haciendo méritos, aunque cuenta con un problema añadido: la sanción que arrastra del filial. El centrocampista no ha podido cumplir el partido que tiene de sanción por ver cinco amarillas porque desde que vio la quinta, en el derbi de filiales que ganaron por 3-2 al Sporting B, no se ha jugado ningún partido de esa competición. Eso ha provocado que ni pudiera echar una mano al primer equipo tras la reanudación del fútbol profesional después del parón por la pandemia del coronavirus ni pueda hacerlo ahora en el comienzo de una nueva temporada. Y es que la Segunda B tiene programado su regreso para el próximo 18 de octubre y hasta entonces Riki seguirá castigado.