El poste, el portero rival o, simplemente, la falta de puntería. El Oviedo mostró buen juego y falta de pegada en su estreno liguero. Buscaban los de Ziganda empezar con buen pie ante el recién ascendido Cartagena pero han de conformarse con un punto: 0-0. El Oviedo sigue siendo el conjunto sólido que mostró el final de la pasada temporada pero la falta pólvora. Mensaje claro para las últimas semanas del mercado de fichajes.

Entró el Oviedo en calor rápido, con las bandas como mejores aliadas. Nieto construyó una autopista en la derecha, buena sociedad la suya con Viti, mientras que en la izquierda todo mejoraba con Borja en contacto con la pelota. El Oviedo tenía el balón y si este se extraviaba entraba en escena Edgar, pivote atento a los pequeños detalles.

El juego era fluido y el equipo amplio, pero el primer susto llegó a balón parado. Centró Tejera, remató Arribas y Marc Martínez, meta visitante, repelió. En el segundo intento, Arribas se encontró con el poste.

El Cartagena no lograba coger aire con la posesión y los azules seguían embotellando al rival. Edgar avisó en otro córner y dos centros peligrosos de Mossa y Borja cerraron la convincente puesta en escena de los de Ziganda. Pero tras ese cuarto de hora de peaje, el Cartagena empezó a tomarle el pulso a la categoría y discutirle la pelota al Oviedo.

Las ocasiones, no obstante, siguieron siendo azules. Marc tapó un remate de Obeng en tras una cesión con veneno de un compañero y el partido entró en una fase de faltas, interrupciones y protestas que parecían favorecer a los visitantes. Pero antes del descanso, el Oviedo inició un último asedio. Otra vez desde la esquina. Primero, el testarazo de Borja se fue al poste. De inmediato, Obeng rozó el gol.

El choque se reanudó con susto para los azules. Nacho Gil lanzó desviado tras una internada de Delmás. No tardó en reaccionar el Oviedo. Javi Mier remató fuera una opción inmejorable. Después, Obeng se estrelló con el portero y Viti con la ansiedad por marcar. Milagrosamente, el choque seguía sin ver un gol azul.

Con el partido atascado, lo intentó Ziganda en el último cuarto de hora moviendo el banquillo, con Sangalli y Mujica sobre el verde. Después, con Lucas, Cedric y Riki. Pero el equipo no reaccionó, contagiado por el ritmo ramplón del choque. El 0-0 otorga un premio menor. El Oviedo necesita más mordiente.