Al Oviedo nadie le puede acusar de que el domingo ante el Cartagena no lo intentó todo para conseguir un gol. El equipo de Ziganda dominó y llevó el peso del encuentro, llegando al campo rival con peligro y ocasiones, pero ninguno de sus 18 remates le sirvió para marcar un tanto. De todos esos intentos, seis fueron a portería y se encontraron con el guardameta del Cartagena, Marc Martínez; otros dos se estrellaron contra el palo y el resto se fueron desviados.

La falta de puntería, por lo tanto, evitó que el equipo de Ziganda sumara tres puntos en la primera jornada de Liga. La diferencia con su rival, que solo remató siete veces, ninguna de ellas entre los tres palos, pone negro sobre blanco la distancia que hubo entre uno y otro equipo en el encuentro disputado en el Tartiere. A pesar de todo, el conjunto azul tuvo la solidez defensiva suficiente como para evitar que el daño fuera mayor en el tramo final, cuando el Cartagena dispuso de sus mejores ocasiones.

La cantidad de tiros que realizó el Oviedo le convierten, además, en el segundo equipo que más remató de toda la Segunda División en esta primera jornada de Liga, tan solo superado por los 20 disparos que realizó el Espanyol. Pero no solo eso. La exuberancia ofensiva del conjunto azul supone también un cambio sustancial con lo que viene siendo el equipo en las últimas temporadas.

En la pasada, en la que el equipo sufrió mucho, siempre situado en la zona baja de la clasificación, la media de remates por partido apenas supero los diez (10,4), lo que le convirtió en el decimosexto equipo de la liga en esa faceta del juego. Y eso que el principal lastre de los azules no fueron tanto los goles marcados (49) como los recibidos (43). Pero, aunque solo sea una jornada, el cambio es más profundo de lo que parece y responde a la idea que tiene Ziganda para el Oviedo de esta temporada. Un equipo que busca las bandas, que centra y que intenta asediar al contrario con velocidad y muchos remates, sobre todo en casa.

Las cifras demuestran, además, que el Oviedo lleva en la cola en esa faceta rematadora varias temporadas. En la temporada 2018-19, fueron 11,1 remates por partido, el decimocuarto registro de la liga: en la 2017-18, también 11,1, y la misma posición; en la 2016-17, solo 8,5, decimosextos; y en la 2015-16, 11,3; siendo novenos.

La guinda para que esa idea de juego se transforme en eficacia en ataque está en la llegada de un delantero capaz de convertir las ocasiones en goles. Una pieza que siempre ha tenido el Oviedo en esas últimas temporadas y que ahora deben asumir Obeng y Mujica, los únicos delanteros centro de los que dispone Ziganda en la plantilla. Por eso, sobre todo tras la lesión de Rodri, que resta dinamita ofensiva al equipo, el fichaje de un delantero se hace aún más necesario para los azules. Lo dijo Ziganda tras el partido ante el Cartagena: "La lesión de Rodri nos ha dejado muy justos y tenemos que tener otro delantero". Alguien que ocupe el papel de Ortuño, que fue el máximo realizador del equipo con 14 goles.