Ziganda ha lanzado un mensaje claro a los jugadores del filial: el que se lo gane en los entrenamientos y luego lo refrende sobre el terreno de juego tendrá un hueco en el primer equipo del Oviedo. Lo demostró en el debut liguero ante el Cartagena (0-0), en el que alineó a cuatro futbolistas que han pasado por el filial, Borja Sánchez, Viti, Javi Mier y Obeng, y lo había anunciado ya la pasada temporada, en la que acabó la liga ante el Elche poniendo a cinco futbolistas que también habían pasado previamente por el Vetusta: Lucas, Edu Cortina, Lolo, Borja Sánchez y Jimmy.

La apuesta de Ziganda por los jugadores de casa también ha quedado probada con la incorporación de Viti y Riki a la disciplina del primer equipo. Se trata de dos jugadores que ya no eran sub-23, por lo que no podían compatibilizar uno y otro equipo y por los que se ha decidido apostar. El caso de Javi Mier es diferente, puesto que él sí es sub-23 y podrá ayudar tanto al primer como al segundo equipo. El hecho de que fuera titular en el primer partido deja claro que, a pesar de tener ficha del Vetusta, cuenta con muchas opciones de sumar minutos en Segunda División.

La incorporación de canteranos y de otros jugadores que han pasado primero por el Vetusta antes de hacerse un hueco en el primer equipo es una política que lleva varios años funcionando en el club azul. Un buen ejemplo es el caso de Borja Sánchez, canterano del Oviedo que se fue al Madrid y que posteriormente recuperó la entidad azul para su filial, pero siempre pensando en un futuro en el primer equipo. Tras un año en el Vetusta, Borja se sumó la pasada temporada al primer equipo y fue uno de sus jugadores más destacados.

Un caso diferente es el de Obeng, aunque también muy fructífero. El ghanés fue una apuesta del club para reforzar el Vetusta el curso pasado, pero también pensando en que se trataba de un jugador con muchas opciones de explotar en el fútbol profesional. El delantero les dio la razón desde el principio y estuvo siempre muy cerca del primer equipo, aportando tres goles, algunos de ellos muy importantes para que el Oviedo lograra la permanencia. En este caso, Ziganda también ha tenido claro que contaba con él y el club ha respaldado esa decisión renovándole para los tres próximos años.

Otros dos jugadores con pasado en el filial, canteranos en este caso, que participaron el domingo en el empate sin goles ante el Cartagena fueron Lucas y Riki. El de Lucas es un caso singular, puesto que el pasado curso se le dio la oportunidad y se le hizo ficha con el primer equipo; si bien, a mitad de temporada, Arnau decidió que debía buscarse otro equipo en el que jugar más minutos. El lateral derecho ovetense, aún así, apostó por quedarse y al final terminó jugando y convenciendo a Ziganda, razón por la que sigue formando parte del equipo esta temporada. Riki, por su parte, se ha ganado esta pretemporada un hueco y ha decantado la balanza del club, que dudaba entre buscarle una cesión en otro club o hacerle un hueco en el equipo de Segunda.

El que no tuvo minutos pero será una pieza importante este curso es Jimmy, mediocentro que ante el Cartagena se quedó en el banquillo. En su caso, el paso al primer equipo le llegó en la recta final de la temporada 2018-19, cuando, tras comenzar en el Vetusta, acabó haciéndose un hueco en el primer equipo, primero de la mano de Anquela y después con Sergio Egea. Jimmy tiró abajo la puerta del primer equipo y ahora suma su segunda temporada con ficha en el equipo de Segunda División.

El caso contrario es ahora mismo el de Edu Cortina y Diegui Johannesson. Ninguno de los dos cuenta para Ziganda y la idea es que salgan. En el caso de Cortina, se busca una cesión en la que el jugador pueda seguir madurando. Lo de Diegui es diferente, puesto que ya tiene una larga trayectoria en el Oviedo y ya desde la pasada temporada dejó de contar. La llegada de Juanjo Nieto y la incorporación de Lucas al primer equipo hacía que al equipo le sobrara un lateral derecho. Todo eso provocó que Diegui se fuera cedido al Cartagena, equipo en el que logró el ascenso a Segunda. Tampoco esta temporada tiene un sitio en los planes del entrenador azul y su salida se presume complicado, puesto que está resultando difícil encontrarle un equipo en Segunda o Segunda B capaz de asumir su ficha.

Aún así, esta temporada, en la que aún falta algún refuerzo por llegar, el Oviedo tiene a siete jugadores en el primer equipo que se han fraguado en el Vetusta, gente con hambre que ha sido capaz de derribar la puerta de entrada al fútbol profesional y que han llegado para quedarse.