El Oviedo salvó un punto esta tarde en el Mirandés (1-1) gracias a un zurriagazo en el minuto 90 de Sangalli. Dos puntos en dos jornadas. El equipo azul firmó una convincente primera parte, aunque dejó malas sensaciones en la segunda. Fue un equipo con dos caras a punto de pegarse el primer castañazo bajo la lluvia de Anduva. Lo evitó Sangalli y la fe final de los de Ziganda, que se van con buen sabor de boca visto lo visto en el terreno de juego.

El Oviedo empezó el duelo en Miranda con una actitud calcada a la de hace solo una semana ante el Cartagena. Los azules dominaron los primeros instantes de partido, amasando la posesión y jugando con ritmo elevado en campo contrario. Le faltó al Oviedo, eso sí, más colmillo en ataque para generar claras ocasiones de gol: solo una de Borja en 45 minutos. Esta vez no fue, quizá, cuestión de efectividad, sino de creatividad en los metros finales. No obstante, la puesta en escena fue convincente, con superioridad ante el Mirandés en el tramo inicial. Con el campo pesado por la lluvia, Edgar se hizo fuerte en la medular, cazando todos los rebotes que pasaban cerca y anclado como pivote. La mala noticia para el Oviedo vino en el minuto 15. Viti, activo en la derecha, reclamó un pisotón de Letic dentro del área que el VAR no revisó y además en esa misma acción acabó lesionado del tobillo derecho. El Oviedo reclamó penalti y el contacto pareció evidente. Otra vez, para desgracia del Oviedo, el canterano azul vuelve a tener contratiempos físicos que le impiden participar. Sangalli le sustituyó. Esa acción pareció desconcentrar algo al Oviedo, que pese a seguir dominando tuvo varios sustos. El primero, tras una clara ocasión de Schutte, jugador interesante, en el 17. Su disparo se fue fuera tras driblar con clase a Arribas. Poco después el tiro peligroso fue de Caballero. A la media hora de juego llegó una de las jugadas destacadas del encuentro tras un penalti señalado a favor del Oviedo por un supuesto pisotón a Sangalli que el VAR desmintió. En la última jugada del partido tuvo el Oviedo la más clara. Obeng centró al área y Borja, con todo a favor, remató fuera de cabeza. Con el 0-0 se llegó al descanso.

La segunda parte arrancó con un guion totalmente diferente al visto en la primera, con un Oviedo menguado en ataque e inoperante en defensa. En solo diez minutos el Mirandés pudo ponerse con dos goles de ventaja. Lo evitó, sobre todo, Femenías. Primero desbarató un remate a bocajarro de Schutte y luego, gracias a una doble parada, volvió a salvar el gol. Nada pudo hacer ante el remate de Iván Martín tras un centro desde la derecha. El Mirandés se adelantaba con justicia. Intentó Ziganda agitar la coctelera y debutó Nahuel, ubicándose en la mediapunta. El Oviedo seguía sin encontrarse, aunque reclamó un penalti a Sangalli tras un posible agarrón. Ziganda también dio entrada a Javi Cueto en los instantes finales del partido. Cuando parecía todo perdido Sangalli apareció para el Oviedo. Aprovechó un balón suelto en el área y tras un derechazo la puso en la red. No celebró el donostiarra el tanto por su pasado en Miranda y el Oviedo sonrió.