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Los kilómetros de Cueto que acabaron en Miranda

El canterano, un fijo en los viajes animando al Oviedo, convence al Cuco en el inicio de Liga

Los kilómetros de Cueto que acabaron en Miranda

Cuando Javi Cueto (Gijón, 2001) se secó del chapuzón en Anduva ante el Mirandés (1-1) y echó mano del móvil, el mensaje de Carlos Aramburu "Buru", excompañero en el Vetusta y amigo de los de verdad, estaba de los primeros en la lista a contestar. Y la respuesta sorprendió en parte a Buru, actual meta del Marino. "Me dijo que estaba muy contento por haber debutado en Segunda, pero que lo importante era el punto sumado al final. Oye, que llega a ser otro el que juega e igual estaría centrado en lo suyo, pero no Javi". Una actitud, la de Javi Cueto en su debut como profesional, con 19 años, que define al futbolista gijonés, según los que le siguen de cerca desde que empezase a dar patadas en las filas del Arenal.

Ahora lo hace en el primer equipo del Oviedo, aunque con ficha del Vetusta. Y ya tiene un curioso estatus: es el primer canterano del Oviedo que debuta con los mayores de la mano de Ziganda.

El navarro se deshizo en elogios hacia su ariete tras el partido. Dijo que era "ejemplar". Buru lo avala. "Ese es el plus de Javi: su actitud en el equipo. Sabe guardar una competencia dura, pero siempre apoyando al compañero y al conjunto. Me acuerdo de un partido el año pasado en el que se quedó en el banquillo tras haber sido el mejor. Otro estaría cabreado, pero él, en la primera jugada del partido ya estaba protestando al árbitro desde el banquillo". Cueto, tipo reservado, muy familiar, amante del tenis y del ciclismo, vive en Peón (Villaviciosa) y llegó a la cantera del Oviedo en la temporada 2016/2017 procedente del Roces.

Aterrizó en el cadete y desde el primer momento llamó la atención de los entrenadores de las inferiores del Oviedo. En su primer año metió casi 60 goles y ya empezó a alternar con los juveniles. Mientras metía goles en la cantera, acumulaba kilómetros para ver al primer equipo.

Asiduo en los desplazamientos del primer equipo, rara era la ocasión en la que Cueto no animaba al Oviedo in situ lejos de Asturias si los entrenamientos o la competición se lo permitía. "En el Oviedo la rompió desde el principio. Se notaba que había un jugador de futuro", recuerda Buru. Cueto, internacional con la selección sub-18 (anotó un gol ante Portugal en su debut), se fue haciendo paso poco a poco hasta asomar la cabeza por el Vetusta. Tuvo difícil hacerse un hueco. Delanteros de más edad y con cierto peso como Steven (ahora en el Vetusta), Iván, Simón o Tito hacían difícil la irrupción del gijonés. Pero la paciencia tuvo premio y la marcha de David González, baja inesperada en el verano de 2018, le abrió las puertas del filial de Rozada. Anotó dos goles en esa temporada y otro en la anterior. Nunca fue titular, ni mucho menos: dos y nueve partidos respectivamente. Pero, cuentan en el Oviedo, al Cuco Ziganda le sedujo desde su llegada. Un delantero corpulento, peleón y que destaca como rematador: las características que demanda el Cuco para su ariete principal.

El navarro ya llamó al joven ariete para completar la plantilla tras el parón por la covid-19 y ahora le ha dado la alternativa. Los planes a corto plazo, no obstante, paran porque Cueto regrese al Vetusta para seguir con su formación y, si el Cuco lo necesita, lo llamará. De momento, al navarro no le ha temblado el pulso para apostar por el gijonés por delante de hombres de ataque como Mujica o Cedric, fichajes de este mismo verano.

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