De Alejandro Arribas cuentan que, sobre todo, es un profesional. Uno de los que domina lo que en el mundillo se conoce el "entrenamiento invisible". Para ser futbolista de élite no basta con los 90 minutos de cada sesión; la preparación va más allá. Arribas tiene un entrenador personal y un gimnasio en casa, por ejemplo. Con condiciones que le llevaron en su momento a triunfar en Osasuna y fichar por el Sevilla y una actitud adecuada, lo más sorprendente de la temporada pasada es lo que le costó mostrar su verdadero nivel en el equipo. Un proceso de adaptación que este año quiere acortar lo máximo posible: ya es el líder defensivo del Oviedo.
Su primera mitad de temporada, y algo más, del curso pasado está condicionado por diversos errores de bulto, fallos que costaron puntos. Le costó dejar de salir en la foto, de aparecer en acciones decisivas en contra del Oviedo. Incluso, ya con Rozada en el banquillo, dejó de ser titular en algunos choques.
La llegada de Ziganda y el parón por el confinamiento, un reseteo físico y mental, recuperó la mejor versión del zaguero. Ahí apareció el líder. Y lo hizo con un estilo muy particular: solo cometía una falta cada 150 minutos. Christian hacía una cada 56 minutos; Mossa y Grippo, cada 59; incluso Berjón era sancionado más habitualmente: cada 83 minutos.
El curso finalizó con un estupendo sabor de boca. El que dejó la racha de triunfos finales, Zaragoza como mejor ejemplo, y la esperanza de que el proyecto tendría continuidad tras el descanso estival. Ese era el planteamiento de Ziganda, que apostó decididamente, junto a Arnau, por la continuidad de la zaga. Siguieron la mayoría de piezas, salvo Javi Fernández, y se mantuvo la defensa habitual en el desenlace.
Arribas lidera ahora la zaga del Oviedo, acompañado de Grippo (y de Nieto y Mosa en los costados) en una pareja que ya ha mostrado sus dotes para defender. El Oviedo solo ha recibido 5 tiros a puerta y encajado un tanto. Los mejores números defensivos en los dos primeros partidos desde que Fernando Hierro dirigiera la nave azul en la campaña 2016/17.
Los datos también muestran el momento dulce de Arribas, que es el segundo futbolista de la competición en número de despejes, con 13. Solo se supera Sergio González, del Leganés, con 16. Además, ha recuperado 13 balones hasta ahora y se impone en el 57,14% de los duelos disputados.
Sus buenos números han llegado con un paso adelante en el escalafón del vestuario. Arribas, que es el máximo accionista del Rayo Majadahonda de Segunda B, fue el futbolista azul más votado, en el curioso proceso de elección de capitanes del Oviedo. Ejerce el liderato sobre el césped, pero también en la caseta.
