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El dilema de El Requexón en el Oviedo de Ziganda

Cara y cruz de la cantera azul: Borja es el único asentado tras la apuesta de 2019, aunque ahora el Cuco tira del Vetusta

Borja desborda a Alcalá, del Almería, el año pasado. MIKI LÓPEZ

El papel de la cantera azul, asunto de eterno debate en el oviedismo, vive en el arranque de esta temporada un llamativo contraste. Mientras la gran apuesta deportiva del club de la campaña pasada pierde gas -la marcha de Edu Cortina es el último ejemplo- canteranos inesperados se cuelan en las alineaciones de la mano del Cuco Ziganda. Porque en ese punto es donde está la disparidad: en las alineaciones del Oviedo hay más canteranos que nunca, pero no son con los que el club contaba hace varios meses.

De hecho, de los siete elegidos para tirar la puerta abajo en el verano de 2019, solo Borja Sánchez se ha asentado y tiene un papel protagonista en el Oviedo. En el club, además, se admite ahora que quizá subir a tantos canteranos de golpe hace un año fue algo "precipitado". Porque la foto fija de la aportación de El Requexón tras doce meses deja a Borja luchando por un puesto y al resto esperando. O buscando una salida, como es el caso de Cortina.El club tomó una decisión arriesgada el pasado verano, con la promoción de varios jugadores que habían hecho historia con el Vetusta tras lograr la mejor clasificación histórica de Segunda B. De un plumazo llegaron al primer equipo Edu Cortina, Ugarte, Lucas, Viti, Jimmy, Borja y Steven. Más canteranos que fichajes (5), un hito en los últimos años. Aunque desde el primer momento el plan tuvo imprevistos, algunos de ellos claves para el devenir de la dirección deportiva.

Ugarte, Steven y Viti, por ejemplo, regresaron al filial, pero mantuvieron la ficha del primer equipo. El caso de Ugarte, central donostiarra, es especialmente llamativo: ni siquiera ha llegado a debutar en competición oficial con el Oviedo. Viti y Steven ya lo habían hecho. Y ahora, con contrato en vigor los tres, su situación va por distintos derroteros. El extremo de Laviana ha jugado de titular los dos primeros partidos de Liga y Ugarte y Steven vuelven a estar con el filial. El delantero, que hace tres temporadas llegó a anotar con el primer equipo, lleva ya dos goles en la pretemporada. El club no descarta encontrar un acomodo para Ugarte y así desahogar el límite salarial, pero la operación está complicada. Steven se quedará seguro.

Los sueldos del Vetusta repercutieron directamente en el mercado de invierno del año pasado, cuando La Liga paralizó los fichajes del Oviedo por un descuadre en las cuentas. El resto de "ascendidos" fueron Edu Cortina, que ayer ya se despidió de sus compañeros tras fichar por el Mérida; Lucas y Jimmy. Este último, mediocentro, todavía no ha jugado ni un minuto esta campaña y el lateral, valorado por Ziganda, estuvo con un pie y medio fuera del Oviedo en el mercado de invierno. También Viti estuvo cerca de salir en esa misma ventana, cedido en este caso al Córdoba. La conclusión es clara: Borja, de momento titular con Ziganda, y Jimmy, con un papel menguado, son los únicos "vetustianos" de la gran apuesta de 2019 que no corren peligro en el Oviedo.

La apuesta fallida, no obstante, ha tenido en este inicio de temporada un aliado inesperado en El Requexón. El Cuco Ziganda, amante de la cantera por su pasado en Lezama, ha alineado a cuatro jugadores con pasado en el filial en los dos primeros partidos de la temporada: Viti, Javi Mier, Borja y Obeng. La antigua marca es la de Egea, que a finales de la 2018-2019 concluyó el partido ante el Granada con cuatro futbolistas formados en la cantera y un jugador con ficha del Vetusta.

Además de apostar por los de abajo de inicio, el Cuco se ha sacado de la manga otro as con la presencia de Javi Cueto, ariete del Vetusta. La decisión del navarro de darle la alternativa por delante de incorporaciones veraniegas como Cedric o Mujica ha caído en el club como toda una declaración de intenciones que además no ha pasado inadvertida en el vestuario del Oviedo. Además, en El Requexón se apunta la total confianza del Cuco en Obeng, al que pone en el vestuario como ejemplo de compromiso.

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