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LUIS GARCÍA | EXJUGADOR DEL ESPANYOL, SE FORMÓ EN EL OVIEDO

"El Oviedo prescindió de mí en cadetes por bajito; en el fútbol no es fácil acertar"

"¿Volver al club? Ojalá, conozco bien lo que piensa el oviedista"

El ovetense en su etapa en el Espanyol. EFE

Luis García (Oviedo, 1981), icono del Espanyol, vive tranquilo en Barcelona mientras entrena al Damm, un equipo de barrio de la capital catalana que tiene una curiosa particularidad: solo se dedica al fútbol base y su equipo principal es el juvenil. Luis García, que se formó en la cantera del Oviedo, pasó por el Real Madrid y triunfó en el Murcia, Mallorca, Espanyol, Zaragoza, Tigres (México) y Eupen (Bélgica). Se retiró en 2019 y del Oviedo lo echaron en cadetes por "bajito". Ganador de una Copa del Rey con los pericos en 2016, atiende a LA NUEVA ESPAÑA antes del Oviedo-Espanyol de esta tarde en el Tartiere (18.15 horas).

- ¿Cómo le va?

-Muy bien, muy contento en mi nueva faceta. Estoy en mi segunda temporada aquí, es un club histórico en Cataluña y en el fútbol base y me siento muy valorado a nivel personal y profesional. También agradecido a los chicos, que han salido todos muy bien, muchos han ido a Tercera y otros a Segunda B.

- ¿Se acuerda de El Requexón?

-¡Muchísimo! Ahí pasé grandísimos momentos. Jugué hasta el último año de cadetes y el Oviedo me ha ayudado a formarme como jugador y como persona. Gran parte de culpa de todo lo que hice como jugador es del Oviedo.

- ¿Quién estaba por aquel entonces?

-Recuerdo a jugadores como Santi Cazorla, Óscar Pérez, Alberto Saavedra o Ángel Luis, que ganó una Copa del Rey. También me acuerdo de Paredes, que es un año más joven que yo. Y, por supuesto, empleados históricos. De aquellas ya andaba Chan (encargado del bar de la ciudad deportiva). Pienso en todos ellos con mucho cariño.

- ¿Por qué se fue del Oviedo?

-Terminé el año en cadetes y había que pasar a Liga nacional. Yo no había desarrollado físicamente todavía, era muy bajito, y el Oviedo decidió prescindir de mí. Fiché por La Braña, que había descendido a Liga Nacional, y ascendimos a División de Honor. La jugada no salió mal.

- Al Oviedo no le salió tan bien?¿no?

-No se trata de señalar a nadie. Es una decisión que tenían que tomar y en el fútbol no es fácil acertar. Lo fácil es señalar el error después. El Oviedo, sin ningún tipo de maldad, tomó esa decisión y yo tuve que aceptarla.

- ¿Afectó su marcha a su oviedismo?

-Yo soy de Oviedo y del Oviedo. Es el equipo de mi ciudad. Sí es cierto que en esa época hubo resquemor. Lo pasas mal, porque con esa edad piensan que el fútbol se acaba ahí. Ahora, viéndolo de manera más fría, la cosa cambia.

- ¿Le queda la espina de no jugar con el primer equipo?

-Seguro. Esa espina me quedará siempre. Y también la de no haberme enfrentado al Oviedo jugando en Primera División. Al Tartiere fui dos veces: una con la selección y otra con el Espanyol para jugar un amistoso de pretemporada. Me hubiese gustado jugar contra el equipo de mi ciudad un partido a lo grande.

- ¿Cómo fue su fichaje por el Madrid?

-Un cambio tremendo. Tenía 17 años y pasas de vivir con tus padres a una residencia. Nos trataban genial, pero se echaba de menos todo. Teníamos que competir con los mejores de toda España, pero madurábamos así. Estar en uno de los clubes más grandes hace que veas si quieres ser o no futbolista y los sacrificios que debes hacer.

- Espanyol, Zaragoza, selección... ¿con qué se queda?

-Lo más especial de todo es que disfruté de cada momento en el fútbol. Soy una persona muy intensa y así fue mi carrera. Creo que lo importante es dar el máximo en cada momento y centrarse en el presente. El futuro no sirve de nada sin el presente.

- ¿Y con quién se queda?

-Con Iván de la Peña. Por su calidad, tanto futbolística como humana. Iván es único y extraordinario. Era mejor como persona que como futbolista. Así que fíjese?

- ¿Y cómo ve al Oviedo desde la distancia?

-La parte fundamental es que, a nivel económico y gracias al Grupo Carso, el Oviedo está totalmente saneado. La mala suerte fue no entrar en play-off en todos estos años y luchar por ascender a Primera. El Cuco salvó al equipo el año pasado e hizo un trabajo extraordinario y ahora lo importante es ir poco a poco. La Segunda División es competitiva. Ojalá el Oviedo sea regular y ojalá ascienda a Primera.

- ¿Le gustaría volver?

-Nunca sabes lo que va a pasar, pero ojalá. ¿Por qué no? Conozco bien lo que piensa el oviedista porque iba al Tartiere de pequeño. El fútbol es caprichoso, te puede dar esa oportunidad.

- ¿Con quién va hoy?

-Va a ser un partido muy competido, el Oviedo necesita ganar y el Espanyol también. Será igualado. Siempre digo lo mismo cuando se cruzan dos equipos con los que he tenido relación. Al final con el Espanyol tengo más sentimiento porque ahí pasé los momentos más bonitos de mi carrera, pero en el Tartiere espero un gran partido y que gane al mejor. Y que a final de temporada podamos celebrar cosas con los dos equipos. Eso sí sería muy bonito y ojalá suceda.

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