"Ni estamos todos, ni estamos en las mejores condiciones posibles". José Ángel Ziganda se arrancó a mitad de rueda de prensa con una sentencia que resume el sentir tras las primeroas tres jornadas de competición. Sonó más a fiel descripción que a excusa por los resultados: sumar 2 de 9 no es el inicio soñado. La Liga, tal y como está planteada esta temporada (el mercado cierra el 5 de octubre), exige una metamorfosis sobre la marcha. Aunque, también hay que subrayarlo, no es un problema exclusivo de los azules: son las mismas reglas para todos. Es este periodo de adaptación, con cambios mientras se avanza, el que se está atascando al Oviedo, un equipo que ha dejado buenas sensaciones en momentos determinados (ayer, por ejemplo, fue mejor que el Espanyol durante los primeros 25 minutos) pero que muestra algunas carencias reconocibles. Uno, la falta de continuidad. Otra, la poca malicia en el área rival.
Se supone que el Oviedo que se vea dentro de un par de meses se parecerá poco al actual. Los nuevos aún están en proceso de adaptación y Ziganda trata de tirar con muchas soluciones de la casa. Pero en una plaza con tanta tendencia a la inestabilidad conviene sumar cuanto antes. Al equipo se le atraganta la fase de adaptación y el choque del sábado en el Belmonte ya es un duelo de necesidades.