En el Oviedo se están poniendo de moda las buenas palabras del Cuco hacia el papel de Lucas Ahijado, que el domingo ante el Espanyol (0-2) debutó como titular en el lateral izquierdo, a banda cambiada. "Es un jugador que me encanta", dijo hace dos semanas. Y las buenas palabras se traducen en decisiones deportivas de calado. Tanto es así, que lo que hace varias semanas podía parecer una urgencia, ahora en la dirección deportiva ya se ve con cierta calma. El buen papel de Lucas ha enfriado la llegada de un lateral izquierdo que le haga competencia a Mossa.
Ante el Espanyol, el ovetense se desempeñó bien a banda cambiada, mantuvo a raya a Embarba, se incorporó con energía al ataque y convenció al Cuco, que lo destacó tras el partido. La situación del canterano Lucas ha cambiado radicalmente en pocos meses. En el pasado mercado de invierno estuvo con un pie y medio fuera del club, aunque finalmente se quedó en el Oviedo por su propia iniciativa. Luego, tras el parón por culpa del coronavirus, Lucas sustituyó a Nieto durante la lesión del castellonense y, tras la salvación, el club tampoco descartó su salida en verano. La confianza del Cuco fue clave para que se cerrase cualquier puerta su marcha. Ahora, sus buenas prestaciones cambiaron han cambiado el panorama. Otra de las razones por las que el club enfría la llegada de un lateral zurdo, es el límite salarial, que de momento no ha permitido inscribir a Leschuk. El que no llegara un nuevo carrilero no sería un problema añadido para el Cuco al poder contar con Lucas. Aunque si hay dinero, el Oviedo lo intentara, pero las esperanzas de fichar a un zurdo han bajado con el paso de los días notablemente.
Sin olvidar que está Christian Fernández. El Cuco prefiere al cántabro como central, aunque su puesto natural es de lateral. El veterano futbolista todavía no ha debutado esta campaña, pero está listo para poder aportar. Al enfriamiento de una posible nueva pieza en la banda izquierda también contribuye la situación de Diegui. Su salida está muy complicada, y sin ese espacio en el límite salarial cualquier movimiento se antoja complicado.
