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Delantero del Real Oviedo

Leschuk: "Ya sé lo que es el derbi: resumiendo, salir a morir"

Gustavo Blanco Leschuk posa en El Requexón ante la puerta de los vestuarios con el lema de "Orgullo, valor y garra". REAL OVIEDO

Gustavo Blanco Leschuk ha sido el nombre de moda en lo despachos en los últimos días. Es la apuesta más fuerte de la dirección deportiva para esta temporada. El hombre llamado a liderar el ataque. La ficha del Tiburón se pudo tramitar 3 horas antes del choque del Albacete, gracias al esfuerzo de Carso, aunque el ariete se quedó sin estrenan, condicionado el partido por las dos expulsiones. El domingo tiene otra oportunidad para estrenarse. Y no es una cualquiera. Es el derbi, el clásico para un argentino que ya tiene algunas pinceladas de lo que se va a encontrar esta semana. "Debutar, marcar y ganar. ¿Por qué no? Ese sería mi sueño", dice a la NUEVA ESPAÑA en su primera entrevista desde su llegada.

- ¿Cómo está?

-Muy bien, tratando de adaptarme lo más rápido posible. Aquí es más sencillo, ya conozco la Liga española y el idioma ayuda mucho. En Turquía tenía que ir a todos lados con traductor y eso, para las indicaciones del entrenador, complica las cosas porque te pierdes muchas cosas.

- ¿Cómo vivió los últimos días con los problemas para tramitar su ficha?

-Con tranquilidad, confiaba en que se solucionara. Como es algo que no dependía de mí no podía volverme loco. No quiero culpar a nadie, ni desgastarme en cosas extrafutbolísticas.

- Un punto valioso el de Albacete.

-Sí, por cómo se dio el partido. Nunca me había pasado que se quedara mi equipo con dos menos durante tanto tiempo, pero tampoco sufrimos muchos agobios. El equipo estuvo bien, concentrado y sólido.

- ¿Cómo ve al Oviedo?

-En progresión. Me gusta lo que visto. Evidentemente aún faltan cosas, que se pueden entrenar en el día a día. También hace falta más suerte. Es lo que nos separa de la primera victoria.

- Hasta ahora, el equipo ha tenido poco gol. ¿Nota la presión sobre usted?

-Siempre hay presión para un delantero por los goles. Es algo natural. Pero soy un futbolista que trata de aportar más cosas. Soy trabajador, solidario, un delantero que se adapta a lo que le pide el entrenador. Trato de aportar más que goles.

- ¿Le ha sorprendido el Oviedo como club?

-No, es tal y como lo esperaba. Un club ordenado, serio. Tenía informes por Carlos, un amigo que conocí en Ucrania y era muy oviedista, y también por mi representante (Rodrigo Fernández Lobelle), que me habían hablado muy bien del Oviedo.

- Ziganda explicó el sábado que aún no le ve para 90 minutos. ¿Para cuánto se ve usted?

-Estoy tomando el ritmo poco a poco, pero cada vez me encuentro mejor. No sabría decirle una cifra, si tengo que jugar los 90, lo haré. Si el entrenador me pide 30, pues me adapto a lo que pide. Depende del entrenador.

- ¿Qué le parece Ziganda?

-Muy buen tío. Y un entrenador trabajador. Se nota que le gusta el diálogo y el trato cercano al futbolista. Nos lleva de la forma adecuada como grupo. Llega al jugador con su mensaje.

- ¿Conocía a los compañeros? ¿Le ha sorprendido alguien en especial?

-A la mayoría no les conocía. Jugué contra el Oviedo dos veces cuando estaba en el Málaga pero ha cambiado mucho desde entonces. Hay futbolistas con mucha calidad, me han sorprendido varios. Si tengo que decir uno, Teje (Sergio Tejera), tiene mucha clase.

- ¿Sabe lo que significa el derbi?

-Lo sé, lo sé. Ya estoy mentalizado. Llevo poco aquí pero ya me han explicado lo que significa.

- ¿Y qué significa?

-Resumiendo, que es un partido a morir. Que tenemos que darlo todo. He jugado clásicos pero más pequeños que este. Afrontamos el partido con garra, concentrados en lo que debemos hacer. Es el mejor momento para hacernos con los tres puntos. Es una pena que la gente no pueda ir al estadio, es diferente, pero el partido será importante de todas formas.

- ¿Cuál es la clave en un partido de tanta tensión?

-Concentración. Sobre todo eso. En Segunda, no solo en un partido así, si te despistas un segundo se te puede ir el partido. El domingo debemos estar concentrados y trabajar en la dirección que nos marque el entrenador.

- Parece el día ideal para debutar.

-¿Por qué no? Sería un sueño debutar en el Tartiere, marcar y, sobre todo, que lográramos la primera victoria. No se me ocurre un estreno mejor que ese.

- ¿Ya le paran por la calle?

-Algunas veces, pero poco de momento. La mascarilla ayuda (risas). El otro día pasó un chico en patinete y me animó, me dijo: "Leschuk, ¡mete un gol!". Espero cumplir con las expectativas de la gente.

- ¿De dónde viene lo de Tiburón?

-Por mi primer apellido. De Blanco, surgió "Tiburón blanco". Me lo pusieron en Málaga, fue Antonio, de la Pizzeria Frascati, un buen amigo. Me gusta el apodo.

- Salió con 21 años de Argentina rumbo a Rusia. ¿Fue difícil?

-No tanto porque a mí lo que me apasiona es el fútbol, me centro en eso. Aunque es verdad que siendo tan joven echas de menos a tu familia y es un cambio drástico.

- Ha jugado en Argentina, Rusia, Ucrania, Marruecos, Suecia, España y Turquía. ¿Dónde se ha sentido más cómodo?

-En Ucrania y España. Son dos mentalidades muy diferentes, pero me he sentido como en casa.

- ¿Qué hace al margen del fútbol?

-Soy una persona tranquila. Me gusta jugar al pádel y a la Play Station. A juegos de armas y al FIFA. También comer asado.

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