La cola no tenía nada que ver con la de años anteriores. Había distancia social, mamparas en el mostrador, mascarillas y ni rastro del trajín habitual para sacar el nuevo carné de la temporada. Pero el oviedismo respondió de lo lindo con un buen número de renovaciones en el primer día. Una buena cifra y un deseo y una convicción: "Ganar el derbi del domingo".
Hubo buenas colas desde primera hora de la mañana, aunque el club también habilitó la vía telemática. Y ahí estaba muy animado Pedro Resina, un trabajador histórico del club ya retirado con 37 años a las espaldas como delegado del juvenil. Socio número 87 y 89 años casi recién cumplidos. "Pero estoy como un chaval, no fallo nunca al Tartiere nieva o llueva. Pasé en el club toda mi vida, trabajaba en un taller de la Renfe y entré a trabajar en el Oviedo", cuenta el veterano, abonado desde 1958, "y los que quedan?". Resina, como casi todos los aficionados en la cola ayer, ya tiene el derbi entre ceja y ceja. "Va a ser difícil, pero creo que ganaremos. Fíjese que vi derbis en mi vida, pero me quedo con el de los dos goles de Mossa", asevera. Resina confía en el equipo de Ziganda pese a los pocos puntos en el zurrón. "El otro día contra el Albacete si el árbitro no nos deja con nueve goleamos. El equipo no tiene mala pinta y defiende bien, pero a ver si gana ya", concluye.
José Fernando Iglesias y Fernando Iglesias, padre e hijo, salían de la cola con seis carnés. Los propios y los de varios familiares. "Nietos, sobrinos, mujer... Todos oviedistas. Y todos renovamos con el abono completo", indicaba Iglesias padre. El hijo, un habitual de la peña Azul Madrid cuando residía en la capital, tenía claro que el Oviedo ganará el derbi ante el Sporting. "Siempre hay que ser optimistas antes de los derbis. Son partidos especiales y las dinámicas dan igual. El Oviedo no está mal y ganará".
Miriam Suárez, de 19 años, es socia desde que nació. "Estamos mucho mejor que el año pasado, aunque todavía no ganamos. No hay mejor ocasión que el derbi", indicaba. Suárez, como muchos jóvenes oviedistas, todavía se está pensando dónde ver el segundo derbi a puerta cerrada de la historia. "Creo que iremos a un bar de la plaza Pedro Miñor. A ver si hay algo de ambiente".
Iván Fernández era el más nervioso de la fila. Socio sufridor desde 2011, no ocultaba su "temor". "Yo el derbi igual ni lo veo, me pongo muy nervioso y no me compensa tanto sufrimiento. Veo bien al equipo, con buenos mecanismos, pero en un derbi eso da lo mismo", aseguraba.
Fernández, que en el Tartiere se ubica en el Fondo Norte, sí tiene muy claro dónde verá el partido si al final se decide. "Si me animo, que creo que no, lo voy a ver en casa tranquilamente".
