Simone Grippo es el único jugador de campo del Oviedo -el otro es el portero Femenías- que ha disputado todos los minutos en los seis partidos que se llevan jugados. Otros dos jugadores, Tejera y Edgar, han disputado los seis encuentros, pero de manera incompleta, ya que Edgar fue sustituido por Riki, a falta de tres minutos en el primer partido ante el Cartagena, mientras que Tejera dejó su puesto a Cedric en los últimos ocho minutos del partido ante el Espanyol.
Grippo se ha consolidado en la zaga azul. El defensa suizo llegó al Oviedo en el último día del mercado de invierno de la pasada temporada, procedente del Zaragoza, su único equipo en España antes de recalar en el Oviedo. Comenzó su trayectoria en el mundo del fútbol profesional en el club más laureado de toda Suiza, el Basilea, y después militó en el Concordia desde dio el salto al Chievo Verona italiano. En Italia viviría su mejor etapa desde 2008 hasta la temporada 2011-2012 y pasaría por varios equipos (Chievo, Piacenza Calcio, Lumezzane y Frosinone).
En 2012 regresa de nuevo a Suiza y ficha por el Lugano, donde apenas jugaría trece partidos, para después pasar al Servette. Tras unos años irregulares decide finalmente cambiar de aires y probar en otro país, aunque no en otra liga. El Vaduz es un club de fútbol del principado de Liechtenstein que juega en la primera liga suiza. Aquí fue donde despuntó Grippo. En cuatro temporadas jugó 118 partidos y marcó ocho goles, cifras que llamaron la atención del Zaragoza que se decantó por su fichaje
En tres temporadas, Grippo disputó un total de 47 encuentros ligueros. En su segunda temporada en el conjunto maño, la 18-19, sólo jugó 11 encuentros, ya que en el partido ante el Granada sufrió la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha y se perdió el resto de temporada. La pasada, antes de recalar en el Oviedo, jugó 13 partidos con el Zaragoza. Con los azules debutó en Lugo, en el mismo partido que lo hizo Ziganda en el banquillo, a falta de 14 encuentros para el final de la Liga.
Disputó siete encuentros, todos ellos de titular, los cuatro últimos de manera consecutiva y fue una pieza clave en el esquema de Ziganda y en el buen rendimiento de la línea defensiva en el tramo decisivo de la competición.
En la presente campaña, Grippo se ha convertido en un jugador indispensable en la defensa. Lo ha jugado todo y además con un buen nivel. Es un central que está más cómodo defendiendo cerca de su portería que con espacios a su espalda y destaca por su contundencia en el juego aéreo. También es un especialista en las acciones a balón parado, aunque en el Oviedo todavía no se ha estrenado como goleador.
