El Oviedo quiere evitar esta tarde un buen bache tras una mala salida. El equipo azul recibe hoy al Rayo Vallecano, gallito de la categoría, en el Tartiere (19.00 horas, Movistar LaLiga). Y lo hará solo cuatro días después el sopapo del Girona en Montilivi (1-0). Esa derrota, la segunda del curso, todavía escuece de lo lindo en el vestuario carbayón. Por eso, la cita de esta tarde se plantea en el Oviedo como la ocasión perfecta para dar carpetazo a las dudas iniciales. Los del Cuco solo suman 6 puntos de 18, el 33 por ciento, aunque desde la caseta se sigue poniendo el foco en las buenas sensaciones que dicen genera el equipo. Los jugadores insisten en que la línea de trabajo es la correcta y que sólo hace falta otra gran victoria que sumar a la del derbi para iniciar una buena racha y sacar la cabeza de los puestos de abajo.
El Rayo de Iraola, que marcha el cuarto clasificado y ha ganado cuatro partidos, será la prueba de fuego en un Tartiere vacío que, no obstante, tendrá una pequeña novedad ambiental: por primera vez se podrá ver un colorido mayoritariamente azul tras finalizar parte del pintado de las butacas. Y así, de azul, intentará reaccionar el Oviedo del Cuco, que presentará varias novedades en la alineación titular.
El equipo afronta un apretado calendario y habrá rotaciones. Sobre todo, en la defensa. Arribas volverá al once titular tras quedarse en el banquillo frente al Girona pese a estar disponible. Salvo sorpresa sustituirá a Christian Fernández, que ha jugado los dos últimos partidos como central izquierdo. Aunque no será el único retoque. Además de la vuelta de Mossa al lateral izquierdo, algo que se da por seguro en el vestuario, Carlos Hernández podría tener su oportunidad como central derecho. En ese caso el que tendría descanso sería Grippo, que es el único jugador del Oviedo que ha disputado todos los minutos posibles sin contar a Femenías.
En el resto del ataque se prevén pocas novedades, aunque el Cuco ha guardado sus cartas durante toda la semana. En los ensayos, no obstante, ha probado un dibujo con un mediapunta como el que utilizó en Montilivi ante el Girona, con Borja Sánchez de enganche por detrás de Blanco Leschuk. Ziganda convocó ayer a todos los jugadores disponibles y tendrá que hacer un descarte antes del partido. La única baja es la de Rodri, que ya está en la fase final de la recuperación de la lesión en su hombro izquierdo. El Rayo, que ayer hizo noche en la ciudad, llega lanzado a la cita de esta tarde tras su victoria ante el Espanyol (1-0), hasta ahora el conjunto más peligroso de la categoría. Hoy en el Tartiere habrá un duelo de contrates en el gol. El Oviedo no tiene, y al Rayo le sobra.
Los azules solo llevan tres goles a favor y ninguno de sus delanteros ha visto puerta. Solo Almería, Girona y Alcorcón han metido menos goles -sin incluir la jornada de ayer- que los carbayones. Mientras, el Rayo lleva anotados 8, y el Espanyol, 11. Aunque lejos de Vallecas el Rayo solo ha anotado un gol en la única victoria hasta ahora fuera de casa (Mallorca, 0-1). Lo más probable es que Iraola repita su último once, aunque no está descartada la posible entrada de Trejo en el once. La principal arma ofensiva del Rayo es la velocidad del habilidoso extremo Isi Palazón.
