Carlos Hernández estaba acostumbrado a ser titular indiscutible. Salvo esta campaña. Hasta ayer, el central azul solo había jugado 21 minutos debido a la férrea competencia de Grippo y Arribas. Sin embargo, el Cuco le dio el premio de la titularidad ante el Rayo. Grippo, que había jugado absolutamente todo, descansó. Y Carlos respondió, aunque al final de la primera parte se le vio cargado en el apartado físico, debido probablemente a la inactividad. Apostar por el jienense, además, es un claro mensaje del Cuco. El técnico confía en el central. De hecho, él y Arnau pararon su salida en verano rumbo a Rumanía.
ROTACIONES EN LA ZAGA