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El propósito

El Oviedo está en el momento de replantearse objetivos y definir un nuevo estilo de vida

El propósito

Colgados a 300 metros de altura, en una tienda de campaña de dimensiones mínimas levemente sujetada sobre una pared de piedra, Tommy y Kevin reciben la llamada del "New York Times". Llevan 9 días escalando el Gran Capitán, en Yosemite, por su vertiente más inabordable. La pregunta del periodista (reproducido en el inicio del documental "The Dawn Wall") les deja concertados. "Llegados a este punto hay que preguntarse una cosa: ¿Por qué lo hacéis? ¿Cuál es vuestro propósito?". Y en esas está el Oviedo. Colgado de la empinada Segunda División. Más cerca del suelo que de la cima aunque sin ninguna intención de renunciar a seguir escalando. La pregunta que debe hacerse el equipo, y el club, es qué quiere. Con qué objetivo hace las cosas. Ziganda ha tratado de mantener una línea de continuidad con el exitoso fin del curso pasado. El Oviedo tiene fortalezas (casi todas referidas a su sistema defensivo) y unas debilidades evidentes en cada partido. En el "debe" del entrenador: aún no ha logrado que no se eche de menos a los ausentes. ¿Debe seguir por la misma vía aunque los protagonistas hayan cambiado o es mejor probar una nueva? El juego parece en la línea del devenir del club en los últimos años. Las voces mexicanas que apuntaban de forma descarada al ascenso se han ido apagando a medida que se superaba el plazo de cinco años para ascender marcado por Carso.

Parece que es el momento de replantearse objetivos, de definir un nuevo estilo de vida, pero nadie se atreve a fijarlos. Se regatea la cuestión con promesas cortoplacistas: partido a partido. Solo Michu a inicios de la pasada temporada hizo la referencia más fiel a una posible hoja de ruta. Fichar gente joven, formar canteranos, tener paciencia. Crear valor. Venderlos cuando las condiciones (y el convenio de acreedores) lo permita. ¿Renunciar al ascenso? Nadie renuncia abiertamente en la impredecible Segunda, pero ponerse esa carga sobre los hombros no parece lo más sensato. ¿Existe otro camino que el señalado por Michu? Es el momento de definir cuál es el propósito. Del equipo y del club.

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