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Así lo llevan los olvidados

Mujica, un tipo familiar. Estricto con la alimentación, su mejor amigo es Nahuel y el Sporting lo sondeó La decisión de Riki. El canterano del Oviedo pudo salir en verano, Arnau paró su marcha y él apostó por quedarse

Así lo llevan los olvidados

Ni siquiera una revolución como la de Leganés dio paso a Rafa Mujica o a Riki. El delantero y el mediapunta del Oviedo siguen en la recámara de Ziganda. Todos los jugadores azules han ya sido titulares. Menos ellos, sin apenas participación en este inicio de Liga. Los dos, con circunstancias muy diferentes, esperan su turno. Y así llevan la papeleta, según los que les tratan de ceca. La situación de Rafa Mujica (Las Palmas de Gran Canaria, 1998) es quizá la más llamativa. En un Oviedo sin apenas gol (4 goles en 8 partidos) el canario no cuenta. Solo ha jugado media hora. La situación ha sido completamente inesperada para él, cuenta su entorno. Y se centra en cambiar la dinámica entrenando. "Es un peleón, siempre lo ha sido", señalan quienes le tratan.

Aficionado al submarinismo, no es la primera vez que le vienen mal dadas en su corta carrera. Con 16 años era solo un juvenil en Las Palmas cuando el Barcelona le fichó. Pagaron por él 200.000 euros que acabaron siendo 500.000 por variables. Y todo se torció nada más llegar: el Barcelona tenía prohibido fichar jugadores por la FIFA, aunque en principio ello no afectaría al fútbol base. Finalmente, sí. Y Mujica, con 16 años y solo en una gran ciudad, tuvo que esperar seis meses para jugar al fútbol en competición. No fue problema. Acabó como titular indiscutible en el juvenil y luego Gerard, técnico del Barcelona B y su gran apoyo, le reclutó para el filial.

Todo iba rodado. Incluso alternaba en el primer equipo, donde completó entrenamientos y una pretemporada. En febrero de 2017 llegó el otro mazazo. Una grave lesión en el bíceps femoral le tuvo apartado casi 9 meses de los terrenos de juego. Le operó en Finlandia el doctor Sakari Orava, muy valorado en el fútbol europeo. Escasos meses antes había operado al jugador del Barcelona Dembelé.

Dicen que esas experiencias marcaron a fuego a Mujica, que ahora busca superar otro revés en el Oviedo, donde está cedido por el Leeds United tras (mala) su experiencia en el Extremadura y en filial del Villarreal, donde sí rindió. Arnau se fijó en él y le convenció para integrarse en el nuevo proyecto del Cuco.

Javi Rico, director deportivo del Sporting, le tiene en alta estima y le sondeó, pero el Oviedo ya lo tenía apalabrado desde hace tiempo. La idea de jugar con dos puntas fue la clave para la firma. Y ahora, mientras Rodri está de baja por una lesión (ayer se entrenó en solitario en El Requexón), no viene contando para el Cuco. Desde el club tratan de dar cierta normalidad a la situación del canario.

Tipo muy familiar, Mujica vive con su pareja en Oviedo y está perfectamente acoplado a la ciudad. Cuida al detalle la alimentación. Hasta rozar la obsesión. Lo demuestra un detalle: cuando estaba en la cantera del Barcelona vivía en un piso enfrente de la Masía que estaba lleno de básculas por todos los lados para controlar el peso. Algo poco habitual en un chico de solo 17 años. En Oviedo sigue esa misma rutina y guarda una vida muy estructurada. De El Requexón a casa. Más ahora en plena segunda oleada de la pandemia. Su mejor amigo en el vestuario del Oviedo es Nahuel. Y a Femenías y a Edgar ya les conocía.

Mujica también hizo migas con Riki, el otro jugador azul que no está entrando en la dinámica del Cuco. El ovetense, habilidoso mediapunta de 23 años, únicamente participó en los minutos finales ante el Cartagena, en la primera jornada.

El canterano, según quienes le tratan a menudo, pasa por un mal momento de ánimo tras haber tenido la posibilidad de salir en verano. Varios clubes llamaron a su puerta. Entre ellos el Mirandés de José Alberto, que conoce muy bien la ovetense. Arnau, que confía en sus virtudes, frenó la salida con el visto bueno del Cuco, que en pretemporada sí le probó como mediapunta. El ovetense también apostó por quedarse. Riki anotó el único gol de los ensayos veraniegos, ante la Ponferradina en el Toralín. La competencia en el puesto le ha cerrado las puertas del equipo. Eso, y la irrupción de otro canterano de forma inesperada: Javi Mier, con quien tiene una gran relación. El Cuco le dio la alternativa en varios encuentros precisamente en la posición de Riki. Ahora el canterano intenta convencer a su entrenador. Como Mujica.

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