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Borja Sánchez se reencuentra el domingo con Álvaro Fidalgo, con el que hizo amistad en Madrid

“Junto con Manu García son la esperanza del fútbol asturiano”, señala Joyce Moreno, exjugador del Oviedo y agente de ambos

PORTADA: Talentos de fábrica

Fernando Morientes siempre se ha confesado un enamorado del juego de Borja Sánchez (Oviedo, 1996), al que entrenó en el juvenil del Madrid y en el Fuenlabrada. Un padrino de excepción. Como el de Álvaro Fidalgo (Hevia, Siero, 1997): Raúl González Blanco. Dicen que una de las primeras peticiones del eterno capitán blanco en el filial fue la de la continuidad, el año pasado, del centrocampista sierense. Los dos talentos futbolistas se reencuentran este domingo sobre el césped del Tartiere en un Oviedo-Castellón que es un clásico de otra época.

Borja y Fidalgo forjaron su amistad en la residencia del Madrid, cuando ambos jugaban en su cantera. También les une su fase de formación en El Requexón: Borja en su segundo año de cadetes, y de ahí a “la Fábrica”, del Madrid; Fidalgo, entre 2005 y 2010, antes de irse al Sporting, la parada previa a la aventura blanca. Pero, sobre todo, les une un factor que en el fútbol marca diferencias: el talento.

Y eso que los dos lo plasman de manera diferente. “Juegan en posiciones similares, tienen ambos mucha calidad y, sin embargo, yo les veo distintos”. La primera aproximación al análisis es de Joyce Moreno, el que fuera jugador del Oviedo en los 90 y que ahora trabaja en la agencia de representación de Juan Mata, que lleva a los dos futbolistas. Aunque Joyce ejerce más de amigo que de agente.

Borja Sánchez

“Borja es talento puro”. Borja Sánchez llega a la cita tras reencontrarse en la banda izquierda y exhibirse en Las Palmas. “Borja es talento puro. Más anárquico, más espontáneo espontáneo que Fidalgo”, le define Joyce Moreno.

Moreno expone las diferencias que encuentra en sus estilos: “Fidalgo es más académico, un centrocampista de manual. Trabajador incansable. Y Borja es… Borja es talento puro. Más anárquico, más espontáneo”. Y añade: “Los dos son referencias en sus equipos, disfrutan del fútbol profesional y tienen un amplio margen de mejora. Creo que junto a Manu García (el sportinguista es dos años más joven que Borja y uno que Fidalgo) son la esperanza del fútbol asturiano”.

La amistad entre los dos futbolistas surge en la cantera madridista, exportadora habitual de talento a tantos equipos. Los dos coincidieron en la residencia de la cantera durante 4 años. No en el mismo conjunto, pero sí en algunos entrenamientos.

“Se tienen un gran respeto y se quieren mucho”, cuenta Joyce Moreno; “Álvaro siempre dice que Borja es uno de los mejores futbolistas con los que ha entrenado en toda su vida. Que es muy de Borja. Y la admiración, me consta, es mutua”.

Álvaro Fidalgo afronta este año su primera experiencia fuera del Madrid, tras su marcha el pasado verano. Sonó para varios equipos de Segunda, incluido el Sporting, pero el Castellón apostó más fuerte. Sentía que había quemado todas las etapas para prepararse para el futbol profesional. “Tiene un carácter tranquilo pero en los últimos años asumió su condición de veterano y si tenía que poner a alguien firme en el vestuario lo hacía sin problemas”, señalan desde el Madrid.

Álvaro Fidalgo

“Un medio de manual”. Álvaro Fidalgo, que se formó en El Requexón entre 2005 y 2010, acumula tres partidos seguidos como titular. Para Joyce Moreno, “Álvaro es más académico que Borja, un centrocampista de manual”.

El sierense, que llegó a debutar con el primer equipo en Copa, sustituyó a Vinicus ante el Melilla, completó su etapa de formación en Valdebebas antes de colarse en el fútbol profesional. Firmó en verano con el Castellón por tres temporadas. A Borja, el salto le costó más. Tuvo que bajar un escalón a Tercera, de la mano de Javi Rozada en el Vetusta, para coger al ascensor al fútbol profesional en el club de su vida.

Fidalgo, que tenía una relación estrecha con Javi Hernández, otro exoviedista, salió del Valdebebas convertido en líder. Borja, de carácter más introvertido, se solía juntar con un grupo más reducido. El chileno Kuscevic, el austriaco Lienhart o el portero Marcos Lavín eran algunos de sus más próximos.

Un punto en común es la fijación por la alimentación. Una obsesión para ambos. A Borja, las condiciones físicas le vienen de serie. Fidalgo es un futbolista con físico de maratoniano, por eso, en su última fase de formación, se puso un plan físico, programada por el preparador del Castilla Nacho Sancho, que le llevaba todas las tardes al gimnasio de Valdebebas. Cuentan desde el club blanco que subió unos kilos de músculo. Una carrocería que le permite ir al choque en la física Segunda División.

El domingo se ven las caras en el Tartiere asentados en sus equipos. Borja acumula 8 partidos, 7 como titular, y Fidalgo 9, 3 en el once inicial. A los dos parecen haberles encontrado hueco en la banda izquierda. “Que la gente disfrute de ellos. Son irrepetibles”, cierra Joyce Moreno.

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