El Oviedo se encuentra en su mejor momento de la temporada. Los azules han reaccionado después de un inicio de temporada de malos resultados en los que incluso llegaron a ocupar los puestos de descenso de la clasificación. Los azules sumaron sólo tres puntos en las primeras cuatro jornadas de la Liga y consiguieron su primera victoria ante el Sporting, en el Carlos Tartiere, con un gol de Tejera de penalti. Lo que parecía un punto de inflexión se diluyó en las siguientes jornadas, ya que el Oviedo sólo logró un punto, ante el Rayo Vallecano, en los siguientes cuatro partidos. Las tres derrotas ante Girona, Leganés y especialmente la encajada ante el Logroñés en el Tartiere encendieron todas las alarmas hasta el punto que los azules cayeron al antepenúltimo puesto de la clasificación, con 7 puntos en 9 partidos, el peor balance de los que habían disputado todas las jornadas, ya que Alcorcón y Sabadell tenían un partido pendiente por disputar.
Sin embargo, en la décima jornada llegó la reacción del Oviedo. Los azules lograron en el estadio Gran Canaria, ante Las Palmas su primer triunfo fuera de casa (1-2) y además lo hicieron con solvencia, en un partido en el que fueron muy superiores y en el que encajaron el gol ya en el tramo final del partido. Si convincente fue la victoria en Las Palmas, no lo fue menos la que logró ante el Castellón, con un contundente 4-0, y con una gran imagen del equipo. La victoria le permitió a los azules sacar la cabeza de la zona de peligro de la clasificación. Y con la victoria del sábado en La Romareda (1-2), los azules lograron encadenar por primera vez esta temporada tres victorias consecutivas, lo que les permitió dar un salto importante en la clasificación y abandonar la zona de peligro.
Desde el regreso del Oviedo al fútbol profesional, hace seis temporadas, el mejor registro de los azules, en lo que se refiere a victorias consecutivas, lo consiguieron en la temporada 17-18, en la que lograron encadenar cinco triunfos. Lo hicieron de la jornada 16 a la 20, en la que derrotaron al Numancia (3-1), Lorca (0-2), Osasuna (1-0), Sevilla Atlético (0-1) y Leonesa (3-0).
Antes de esa racha, los oviedistas estaban en el puesto undécimo de la clasificación, con 20 puntos, a cuatro de la promoción de ascenso, y a 9 del Huesca, que era el líder. Cinco jornada después, los azules subieron hasta el tercer puesto de la clasificación, a un punto del ascenso directo, que ocupaba el Cádiz, y a tres del líder, que seguía siendo el Huesca.
Desde esa fecha, el Oviedo nunca ha pasado de las tres victorias consecutivas. Las consiguió en dos ocasiones en la temporada 18-19, la primera desde la jornada 20 a la 22, y la segunda, de la 24 a la 26.
En la pasada temporada, con Ziganda en el banquillo, los azules también consiguieron tres victorias consecutivas en el tramo final de la temporada, de la jornada 39 a la 41, ante Las Palmas (2-1), Zaragoza (2-4) y Racing (1-0), nueve puntos que sirvieron para certificar la permanencia en la categoría y curiosamente ante dos rivales que son los mismos de la racha actual, Las Palmas y Zaragoza.
En lo que se refiere a las mejores rachas sin perder, la más larga la consiguieron los azules en la temporada del regreso a Segunda División, la 15-16, en la que estuvieron 12 partidos sin conocer la derrota, con cinco victorias y siete empates. La segunda mejor fue en la temporada 18-19, en la que los oviedistas encadenaron diez partidos sin conocer la derrota, con un balance de siete victorias y tres empates.
