La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El análisis del Oviedo: accidentes, valentía y bajón en el combate del Tartiere

El Oviedo, que tuvo la victoria en sus manos, aguanta firme en la pelea y se queja del VAR

Nteka cae ante Carlos Hernández,Kante y Femenías, con Mossa en el suelo. | Irma Collín

-Accidentes, valentía y bajón en el combate del Tartiere

A este Fuenlabrada es mejor no tenerlo como rival ni para jugar a las canicas. Los madrileños son un equipo de los que aburre al rival. Rocoso, asfixiante y pegajoso hasta el final. De los que afrontan un partido como si fuese un combate de boxeo. Y ahí estuvo el Oviedo, hace no mucho sparring de casi cualquier equipo que propusiese pelea, y ahora mandón y seguro al choque con cualquiera.

El reparto final (1-1) en un gélido Tartiere que cada semana es más azul, tras un partido accidentado que tuvo de todo, deja dos claras lecturas a solo tres días de otro duelo ante el Lugo. La parte positiva es que el Oviedo no se achicó tras un penalti muy muy dudoso (ese VAR...) y una expulsión, la de Leschuk, que le dejó con 10 durante el tramo final del partido. Así, con todo en contra, el equipo azul se mantuvo firme en la agonía y no pasó mayores agobios. La parte negativa, siempre la hay cuando no se suma de tres en casa, es esa sensación apreciable de bajón con la que los jugadores acabaron el partido.

Porque el Oviedo tuvo la victoria en la mano. De ganar, hubiese acabado 7º y ahora es 12º. Gozó de la suerte necesaria en la primera parte e incluso pudo ponerse 2-0 nada más empezar la segunda. Falló, lo pagó, y acabó sufriendo. Sufrió también Ziganda en la banda, que otra vez finalizó el partido sin agotar los cambios: solo entraron Obeng y Arribas a falta de pocos minutos. El fondo de armario sigue sin salir. Y el invierno está ya a la vuelta de la esquina.

-Leschuk y Grippo: las expulsiones que acaban costando puntos

VAR aparte –el Oviedo protestó por el penalti señalado a Carlos, que pareció tocar balón– los azules se volvieron a complicar ellos solos. Otra expulsión claramente evitable acabó siendo definitiva en el devenir del partido. Lo mismo que sucedió con Grippo ante el Logroñés, esta vez a menor escala ayer ante el Fuenlabrada, acabó desesperando a los azules. Porque el Oviedo, antes de la expulsión de Leschuk, estaba con el viento a favor. Extrañó la acción en el ariete, veterano en mil batallas, que teniendo amarilla calculó mal e hizo una falta totalmente innecesaria al exoviedista Juanma. Como también extrañó aquella expulsión de Grippo ante el Logroñés (2-3) por una entrada a destiempo. El central, desde entonces, no ha vuelto a jugar. Leschuk regresará, porque es el único nueve puro que tiene el Oviedo. En Lugo será una ausencia importante.

-La lesión de Sekou despejó el debate central de Ziganda

Ziganda se lo pensó durante toda la semana. En la previa del partido avisó: “Si hay alguna modificación será mínima”. Se refería el técnico navarro a los centrales, dilema en El Requexón con Grippo como principal candidato al once por su altura. El partido se desniveló antes de lo esperado: Sekou, la mayor amenaza de los de Sandoval, sufrió una fractura del quinto metatarsiano de su pie izquierdo y se quedó en Madrid. Una preocupación menos para Ziganda, que finalmente optó por dar continuidad a los centrales y repitió la pareja Carlos-Christian.

-El nuevo Mossa le gana a partida a Lucas en el lateral izquierdo azul

Mossa, Mossa y Mossa. Tres veces seguidas de titular por primera vez en toda la temporada. Signo inequívoco de que Lucas ha perdido gas como alternativa en el lateral izquierdo con el paso de las jornadas. Ziganda ha señalado al valenciano como su titular. Al menos de momento. Y Mossa parece responder con una nueva versión. No es aquel lateral explosivo de 2018, pareja de Berjón en una eléctrica banda izquierda, pero tampoco ese defensa blando de la temporada pasada que apenas se prodigaba en ataque.

El Mossa actual es un lateral correcto, que no arriesga mucho en el pase, elige sus incorporaciones, pone centros tan rápido como la recibe y se intenta asociar con el resto. Ayer, en un movimiento que casi pasó desapercibido, entregó el balón a Nahuel y arrastró a la defensa del Fuenlabrada. Fue la jugada del 1-0.

23

El partido entre el Real Oviedo y el Fuenlabrada, en imágenes IRMA COLLÍN

-Con Artabe, Lombardía y Herrera en el recuerdo

Con Lombardía, Artabe y José Luis Herrera siempre en la memoria. El Oviedo recordó ayer a los tres exjugadores azules recientemente fallecidos. En un Tartiere vacío y más azul que nunca, se guardó un minuto de silencio por todos ellos. Los tres son parte de la historia azul. Artabe, delantero de finales de los años cincuenta, fue además una institución en la ciudad por un conocido bar que llevó su nombre. Lombardía era el temple en la portería: defendió la meta carbayona seis temporadas en los setenta. Él y Artabe saben lo que es ascender a Primera con el Oviedo. José Luis Herrera, delantero, era el hijo del mítico Herrerita y siguió la estela de su padre y sus hermanos, Chus y Roberto. Jugó una temporada en el Oviedo (65-66). El equipo azul también jugó ayer por ellos.

Compartir el artículo

stats