El Oviedo tiene una cruz con los penaltis. Los azules son uno de los equipos más castigados de la Liga en los lanzamientos desde los once metros. Sólo dos equipos tienen peor balance que los azules en las penas máximas en contra, el Albacete, que lleva seis y Las Palmas, con cinco.
Al Oviedo le han señalado cuatro penaltis en contra, de los que tres acabaron en gol. El primero fue ante el Espanyol, en una acción en la que Viti que golpeó con claridad a Pedrosa que se adelantó al tocar el balón. El lanzamiento fue transformado por Raúl de Tomás. Antes de esa acción, el Oviedo pidió otro en el área catalana. Un mal control de Obeng terminó con el balón impactando de forma clara en la mano de Fernando Calero. Gorka Sagués Oscoz desestimó las protestas y el VAR no entró a revisar la jugada.
El segundo penalti, también claro, fue el de Juanjo Nieto a Fuster, en el partido ante el Albacete disputado en el Carlos Belmonte. Nieto lo derribó en el área cuando se quedaba solo y el lateral azul vio la segunda amarilla, con lo que el Oviedo se quedó con 9 jugadores, ya que anteriormente había sido expulsado Arribas, con roja directa. A pesar de ello, los azules arrancaron un empate a un gol.
La polémica llegó con los dos últimos penaltis señalados en contra del Oviedo, en las dos últimas jornadas disputadas en el Tartiere y que tuvieron como protagonista al mismo jugador, Carlos Hernández. La primera de ellas fue ante el Fuenlabrada. El árbitro señaló la infracción por una caída dentro del área de Kanté ante Carlos Hernández. Las imágenes de televisión muestran que el central toca el balón que sale desviado a córner, pero ni el colegiado ni el VAR fueron capaces de corregir el error, ni siquiera comprobar la jugada por la pequeña pantalla.
El pasado lunes se repitió una acción similar en el partido ante el Almería. Una pugna entre Carlos Hernández y Sadiq, que acabó con el nigeriano en el suelo, la señaló el árbitro Gálvez Rascón como penalti. Tampoco en esta ocasión se volvió a revisar la jugada y prevaleció el criterio del árbitro, a pesar de que las imágenes admiten pocas dudas. Luego, en la segunda mitad, los azules reclamaron un derribo de Maras sobre Sangalli, pero el árbitro no lo estimó y el VAR tampoco entró. Así, el Oviedo le sigue saliendo cruz en las últimas decisiones arbitrales.
