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Fútbol | Los equipos asturianos

El Oviedo busca un delantero en el mercado de invierno y quiere atar la renovación de Nieto

Con una sola ficha libre y algo de espacio salarial, el resto de incorporaciones dependerá de las salidas

Edgar, Obeng, Carlos, Leschuk y Nieto, en El Requexón.

Hay un plan, un guion establecido, y luego están las improvisaciones. Las “oportunidades de mercado”, como se define en el argot de los hombres de fútbol. Son esos futbolistas que en principio no están en los planes, por considerarlos fuera de alcance, y luego se ponen a tiro. Luismi, en el mercado de invierno del curso pasado, fue el mejor ejemplo. Así que la dirección deportiva encabezada por Francesc Arnau rastrea el mercado en busca de operaciones que puedan dar un salto de calidad a los azules. La zona ofensiva es la prioridad. Y, de paso, el club quiere proyectar a largo plazo con algunas operaciones importantes, como se ha visto con la renovación de Sangalli. Juanjo Nieto, que acaba contrato el 30 de junio y cuenta con cartel en Segunda, figura como prioridad.

Pero lo inmediato y más urgente es que lo sucederá a partir de enero. Los cálculos del Oviedo son los siguientes: hay dinero para acometer un fichaje, y el resto dependerá de las salidas. El club azul cuenta este año con un tope salarial de 9,06 millones de euros, gracias a las aportaciones de Carso en los últimos meses. Pero eso no significa que la dirección deportiva haya gastado todo el margen del que disponía.

De hecho, los azules tienen algo de remanente en sus arcas. Lo que podría equivaler a la ficha de un futbolista (hay que tener en cuenta que los jugadores llegados en enero cobran la mitad de su sueldo). Y tienen 24 jugadores inscritos, o sea solo una ficha libre. Así que el planteamiento es fichar un atacante, donde se entiende que está la zona a mejorar, y el resto de operaciones dependerá directamente de las salidas. Cristo González, delantero de 23 años del Udinese, figura en la lista de jugadores pretendidos por el Oviedo. Gusta mucho en la entidad, se entiende que encaja en las demandas de Ziganda y responde al patrón de futbolistas con hambre que tanto se busca. Pero no es el único nombre en la lista.

La llegada de un delantero supondrá la salida de un hombre de ataque de la plantilla azul. El caso de Rafa Mujica es el más claro. No cuenta con la confianza de Ziganda y la mejor solución para todas las partes es la salida. El Oviedo es optimista con poder alcanzar con el Leeds United un acuerdo para que el delantero abandone el club en el mercado de invierno. Liberaría su sueldo y una ficha.

El primer movimiento parece claro: la salida de Mujica y la llegada de un delantero que dé un plus de competitividad al ataque. El lateral izquierdo es otro de los frentes abiertos, aunque se trata de un mercado con limitaciones. Tampoco se quita la vista de los extremos. Hay otros puestos que podrían alterarse. Brazao no está contando con minutos y no parece dispuesto a pasarse otro año en blanco. Si su situación no cambia de aquí a enero se aceleraría la cancelación de la cesión y el Oviedo le buscaría un sustituto para competir con Femenías.

Pero los planes van más allá de lo inmediato de esta temporada. En una situación de crisis, con tan pocos traspasos, los jugadores libres se convierten en un reclamo. Y un riesgo para el club poseedor de sus derechos. Por eso el Oviedo ha estado tan rápido con Sangalli, que acababa contrato el 30 de junio, aunque con otro año extra en el caso de que este curso jugara 30 partidos. En una operación adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, el club ha cerrado la continuidad del extremo hasta 2023 (con otro año adicional si las dos partes no se oponen), con una cláusula de 5 millones en Segunda y de 10 si el equipo asciende a Primera División.

Cerrado Sangalli, desde hace tiempo hay otros dos nombres encima de la mesa: Borja Sánchez y Juanjo Nieto. Tienen una diferencia importante: el primero tiene contrato hasta 2023, mientras que el lateral acaba su vinculación el próximo 30 de junio. Por eso, la renovación de Nieto es la prioridad, pero la operación está condicionada por el tope salarial. Incluso si no se alterara lo que percibe este año (cerca del sueldo mínimo de Segunda) pero sí se mejoraran las condiciones en los próximos cursos el tope se vería alterado. Es necesario encontrar encaje a la operación.

El Oviedo quiere apurar en el salario Liga para formar el equipo más competitivo posible antes de ponerse con cualquier renovación. Pero deberá maniobrar para atar a Nieto, que a partir del 1 de enero puede negociar con cualquier equipo. Y es un futbolista que por rendimiento y proyección, 26 años, tiene mercado en Segunda.

El caso de Borja, pues, quedaría aparcado para más adelante, protegida la continuidad por el contrato con el futbolista. La cláusula de 3 millones crearía más incertidumbre en otro contexto, pero con la actual crisis postpandemia se entiende que puede servir de freno al interés de equipos de superior categoría. Pero su renovación se afrontará en cuanto lo permitan los estrechos márgenes del tope.

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