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La revolución de Ziganda en Sabadell altera los planes del mercado del Oviedo por el buen papel de Jimmy y Riki

Aburjania y Mujica, que no jugaron ni un minuto, tienen un pie fuera

Ziganda, ayer en El Requexón, durante el entrenamiento del Oviedo tras la victoria en Sabadell. | Julián Rus

“Esta vez, la revolución del Cuco funcionó”. Esa frase se repite en las entrañas del Oviedo tras la victoria ante el Sabadell (0-1) después de otra vuelta de tuerca de Ziganda. No hubo un Leganés 2.0. El bingo azul, pese a lo apetecible que pudiese parecer el rival (el peor local), era quizá más necesario que nunca. Finalizada la racha de noviembre, el Oviedo se plantó en Sabadell repleto de bajas tras cuatro jornadas sin sumar de tres. Demasiados partidos para un equipo con un bagaje negativo de puntos por un mal inicio, como no se cansa de repetir Ziganda.

La moneda salió cara, el club respiró, el entrenador se apuntó un tanto y además hizo un guiño a la cantera. El positivo resultado, factor determinante en última instancia sobre las decisiones en los despachos, provocará cambios en los planes del Oviedo de cara al mercado invernal. Los siguientes.

Jimmy y Riki salen del caparazón. Ziganda ocultó al máximo el as en la manga que tenía guardado para hincarle el diente al Sabadell: Riki. Ni siquiera los más cercanos del ovetense sabían que iba a ser titular. Al margen de los minutos finales que jugó ante el Cartagena en la primera jornada de Liga, el ovetense llevaba nueve meses sin competir de forma real. Su última participación había sido en marzo, antes de la pandemia, ante el Sporting B. Desde ahí, sanción mediante, casi nada. Por eso el Oviedo ya se preparaba para afrontar una salida prematura en el mercado de enero. El club valora mucho a Riki. Lo tiene como hombre clave para el futuro y por eso frenó su salida en verano. Fue una decisión personal de Arnau. Ziganda, en cambio, hace pesar su criterio futbolístico.

Simplemente sucede que Riki no es su tipo, se comenta en El Requexón. Sí lo es, por contraste, Javi Mier, de un perfil mucho más físico. Aunque en Sabadell, Riki entró y a Ziganda le convenció. Se abre, pues, una puerta a un cambio de guión con el mediapunta. Los minutos con que Ziganda premie (o no) al canterano de aquí a enero serán determinantes para su continuidad. Riki, así lo sabe el Oviedo, tiene muchos pretendientes. Y si siente que no tiene minutos en el Oviedo buscará salir. Con Jimmy, otro que volvió a tener minutos tras varios partidos en la nevera, la situación es distinta.

El ovetense sí es del gusto futbolístico de Ziganda, pero su problema ha sido la competencia. La lesión de Tejera le abre ahora las puertas. El club, hace pocos días, no descartaba su salida, aunque Jimmy en ningún caso quiere dejar el Oviedo. Como sucede con Riki, pero a la inversa, en los partidos que quedan hasta enero puede tener la oportunidad de demostrar que puede tener una plaza en el Oviedo.

Las sensaciones del club y del vestuario. Los cálculos de un vestuario suelen ir por distintos caminos a los de los despachos. Pasa en el Oviedo. Todavía en caliente tras la victoria, la plantilla azul afronta los partidos que quedan hasta enero como la oportunidad para engancharse al pelotón de arriba. No se dice en público porque el sufrimiento del año pasado pesa, pero, como sucede con el cabreo mayúsculo con los arbitrajes en los últimos tiempos, sí se comenta en privado.

En los despachos, donde la visión es más analítica, la cosa cambia y se habla de pasar unas navidades tranquilas antes del parón. Quedan seis puntos en juego: Tenerife en el Tartiere y Ponferradina fuera. Se firma sacar cuatro puntos, llegar a enero en una zona templada, alejados de la pesadilla del descenso, y afrontar el mercado de invierno con el objetivo de darle un plus al equipo.

Aburjania y Mujica, con más de un pie fuera. Si Jimmy y Riki fueron la cara, Mujica y Aburjania siguen teniendo la cruz. El centrocampista georgiano ya había decidido buscar una salida antes del encuentro en Sabadell, pero su situación se pone más aún al rojo vivo. Con la baja de Tejera, ni siquiera jugó un minuto. Aburjania llegó para que el catalán sintiese que tenía competencia, pero los planes no se han cumplido. Lo mismo sucede con Mujica. Con Leschuk tocado, Obeng fue la alternativa y Rodri salió en los instantes finales. El canario no cuenta para Ziganda y saldrá en invierno.

La buena noticia de Grippo. Entre todo el maremágnum de lesiones y sanciones, el partido en Sabadell dejó una buena noticia. Grippo, tocado desde hace semanas, participó en los últimos minutos. Su vuelta es oxígeno para Ziganda en dos frentes: permite sumar un efectivo más en defensa y así liberar a Edgar de la posición de central. Si Grippo está apto, formará con Arribas ante el Tenerife.

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