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Los números de Paulino: el prestigioso economista que pudo triunfar en el Oviedo

Su carrera se truncó por una lesión, aunque logró debutar con el club azul en Mallorca

Paulino, ayer en la calle Telesforo Cuevas, cerca de la plaza América, con la camiseta del club azul. | Juan Plaza X. FERNÁNDEZ

Dice Paulino González (Oviedo, 1962) que lo mejor del Oviedo es su estabilidad financiera. “Es lo básico para crecer, porque el principal problema que tuvo el Oviedo en los últimos años fue la economía. Ahora hay tranquilidad y no existe deuda”. El apunte es el de un experto en la materia. El ovetense es el fundador de la empresa de auditoría Canseco y Cepeda y un prestigioso economista con más de 30 años de experiencia.

Aunque bien pudo ser futbolista profesional. Estuvo muy cerca. Una fractura en el tobillo en 1980 se lo impidió tras haber pasado por todas las categorías inferiores del Oviedo. Iba para defensa, aunque también se desempeñaba en el centro del campo. Desde esa lesión, nada fue lo mismo en una época en la que era muy difícil que un jugador de la cantera llegase al primer equipo.

“En los ochenta la política de cantera era complicada porque solía formarse un equipo nuevo cada año, con muchos extranjeros, y el paso para los de abajo era complicado. En tres años solo subieron Santi Barrero, Arias y Velázquez”, explica Paulino.

Una lesión truncó la carrera del ovetense, aunque siempre podrá decir con orgullo que logró debutar con el Oviedo en un partido oficial. “Fue por circunstancias”. Paulino se refiere a una huelga de futbolistas convocada en 1982.

El Oviedo estaba en Segunda División, se jugaba el descenso, y se veía las caras ante el Mallorca, con aspiraciones de ascenso. El equipo azul secundó la huelga y jugó con los futbolistas del filial. El Mallorca salió finalmente con profesionales.

Paulino fue titular. “Y plantamos mucha cara a los del Mallorca. ¡Al descanso íbamos ganando 1-0!”. El presidente del Oviedo, Ricardo Yagüe, bajó al vestuario para reconocer el trabajo de sus jugadores. “Nos felicitó, nos dijo que siguiésemos así y yo creo que fue decir eso y fastidiarla”, ironiza Paulino.

El partido acabó 4-1, pero quedó ya como un recuerdo imborrable para miembros de aquel vestuario como Paulino. Esa fue su última temporada con el Oviedo. “Lo dejé porque ya era bastante complicado compatibilizarlo con los estudios y la lesión me marcó”, explica el ovetense, que desvela ahora cómo se arreglaba para compaginar libros y balón. “Muchas veces estudiaba en el autobús durante los viajes. Recuerdo que algún compañero me miraba raro porque no era lo habitual. Sabía que vivir del fútbol podía ser complicado y siempre tuve en cuenta los estudios”.

Paulino acabó su carrera en el fútbol en el Luarca en 1989, tras haber estado en el Siero y en el Navia. Dijo adiós al balón por otra lesión en la rodilla. Ahora lo pasa mal con el Oviedo desde el sofá. “Soy del Oviedo a muerte y sufro muchísimo. Antes del covid solía ir a varios desplazamientos. Veo que hemos mejorado respecto al año pasado y me gusta el entrenador porque da tranquilidad. De todos modos, lo mejor es la estabilidad financiera”.

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