El segundo entrenador del Oviedo, Bingen Arostegui, ocupó por segundo partido consecutivo el puesto de Ziganda en el banquillo, ya que el entrenador navarro sigue confinado en su domicilio por su positivo en covid-19. Bingen reconoció que “la dinámica de resultados es mala, pero esto es muy largo y tenemos que mantener la misma intensidad en nuestro trabajo y no pensar en otras cosas. Yo no percibo ningún tipo de alarmas”.

El técnico señaló que “es cierto que en los últimos partidos no está costando ganar, pero tenemos que analizar bien el partido para revertir esta situación lo más rápido posible”Bingen reconoció que “nos está penalizando las jugadas a balón parado. La jugada del primer gol la tenemos hablada, al final no deja de ser una situación puntual, pero es cierto que no está costando defender ese tipo de acciones”.

En cuanto a lo que le había faltado al equipo, dijo que “un poco más serenidad. En muchas acciones tuvimos mucha prisa por llegar rápido a la portería contraria”. Sobre la ausencia de Ziganda en los entrenamientos en esta dos últimas semanas señaló que “me hubiera gustado que estuviese con nosotros, pero el equipo no ha notado su ausencia en el día a día”

Para finalizar Bingen señaló que “la lectura después de dos derrotas es otra, pero la trayectoria del equipo no ha sido mala, aunque es cierto que desde el partido de Ponferrada no está costando ganar. Necesitamos tranquilidad y un resultado positivo para cambiar la situación y la mirada, pero no veo la alarma porque no estamos ni en los puestos de descenso”