Merecido e importantísimo triunfo de un combativo Oviedo ante un Zaragoza que demostró en el Tartiere las razones de su mala clasificación. La balsámica victoria, con gol de Rodri Ríos, deja a los azules en mitad de la tabla, a ocho puntos del descenso y a siete de los puestos que dan acceso al play-off de ascenso. Todo ello cuando quedan 45 puntos por disputar hasta el final de la liga regular.

El Cuco sorprendió con un once inicial en el que Rodri Ríos sustituyó a Blanco Leschuk en el frente del ataque, una decisión que le acabaría saliendo bien. Como estaba cantado, Javi Mier y Lucas Ahijado, respectivamente, ocuparon los puestos de los sancionados Tejera y Mossa. Ambos canteranos cumplieron con creces. El resto de titulares, los mismos que empataron a dos el pasado lunes en Fuenlabrada, con Nahuel como segundo punta y Borja Sánchez en el costado izquierdo.

No entró mal al partido el Oviedo, que se acercó en los minutos iniciales a la meta defendida por Álvarez, con un Borja Sánchez muy activo, aunque sin llegar a generar verdadero peligro. Los aragoneses se fueron rehaciendo poco a poco y acabaron teniendo las mejores opciones de una primera parte muy trabada y de escaso fútbol por parte y parte. Ni Álex Alegría ni Narvaez acertaron con la meta de Joan Femenías en las dos principales aproximaciones de los maños.

El segundo periodo arrancó con la misma tónica de juego igualado, pero en la primera aproximación con peligro de los azules, Rodri Ríos se aprovechó de una indecisión de Álvarez y Jair Jr, tras un centro desde la izquierda de Borja Sánchez, para anotar de cabeza el primer gol de los azules. Corría el minuto 53.

El Oviedo se entonó con el gol y pudo ampliar  la cuenta por mediación de Borja Sánchez en el minuto 67. Tras un buen pase de Nauhel, el disparo del volante carbayón fue interceptado por Álvarez  con una gran parada. Los azules, con un enorme despliegue físico, lograron contener a los maños y acercarse con cierto peligro al área rival.

En el minuto 73, Ziganda introdujo un par de cambios. Obeng entró por un Rodri Ríos que se había vaciado sobre el campo, mientras que Borja Valle sustituyó a un desacertado Nahuel Leiva.

En la fase final, Carlos Hernández sustituyó a Borja Sánchez para tratar de mantener el marcador. Ya en el descuento, el Oviedo, claramente superior en esta segunda parte, pudo ampliar la ventaja con una espectacular vaselina de Sangalli que se  estrelló en el larguero.

Tras el importante triunfo, el Oviedo afronta este mes tres partidos consecutivos ante gallitos de la categoría. Para empezar, el viernes aguarda el Espanyol en Barcelona (21.00 horas). Después, el Leganés en el Tartiere y el Mallorca a domicilio. Los azules, como mantiene Ziganda, todavía están a tiempo de todo.