El cholismo –la teoría del partido a partido– se impone en el vestuario del Oviedo cuando quedan trece jornadas para el final del campeonato y los azules se encuentran siete puntos por encima del descenso y a diez de unos puestos de play-off de ascenso cada vez más difíciles de alcanzar. Esa apuesta por no pensar más allá del siguiente choque a la hora de echar cuentas la repite Ziganda en sus últimas comparecencias públicas y fue ratificada ayer por el zaguero Alejandro Arribas, que apunta a titular en Mallorca (sábado, 18.15 horas) ante la baja por sanción de Christian Fernández.
“Miramos el día a día. Vamos partido a partido. Hay que lograr los cincuenta puntos o alguno más para la permanencia y luego pensar en el resto. Objetivo a objetivo, el primero es ese”, afirmó el defensa madrileño del Oviedo, con contrato en vigor para la temporada que viene, poco antes de participar en el entrenamiento que los azules completaron ayer en El Requexón.
Tras la derrota del pasado fin de semana ante el Leganés, un partido en el que los azules pagaron muy caros los fallos cometidos, Arribas sostiene que no todo debe analizarse en clave negativa. “Ha habido errores y aciertos. Todos los goles que encajan los equipos pueden ser por errores o porque el rival lo hace bien. El equipo venía en una buena dinámica y estaba haciendo las cosas bien hasta el otro día”, explicó el zaguero, que no da por perdido de antemano el choque del sábado en Son Moix por mucho que enfrente vaya a estar el actual líder de Segunda División. “Es el rival más complicado de la categoría”, apuntó Arribas antes de garantizar que el Oviedo viajará a Mallorca con el objetivo de “ganar, de sumar los tres puntos” pese a la importante diferencia en la clasificación. “Cualquiera puede ganar a cualquiera”, añadió.
Precedentes
Los precedentes del Oviedo con los equipos punteros de la tabla en lo que va de Liga no abonan el optimismo de cara al choque en Palma. Los azules solo han conseguido ganar al Sporting de los conjuntos que se encuentran en plaza de ascenso directo o de play-off. “La diferencia está en los puntos, si te sacan tantos es por algo, pero cualquier rival puede ganar a cualquiera. Vamos a Mallorca con ganas y buscamos traer los tres puntos”, subrayó el central.
De cara a las posibilidades que se le abren en el once por la ausencia de Christian Fernández, el central comentó que “venía jugando, haciéndolo bien” hasta que se produjo la lesión muscular en Las Gaunas, cuando disputaba un balón en velocidad con el exoviedista David González. “Llevo dos meses sin jugar, pero estoy disponible y será el míster el que decida”, sentenció el zaguero sobre quien hará pareja en Son Moix con un Simone Grippo que es fijo para el Cuco y que ha sido de los más destacados del equipo en los últimos partidos. Carlos Hernández parece estar por detrás del madrileño para cubrir la baja de Christian, expulsado de forma rigurosa el pasado domingo ante el Leganés.
Entrenamiento
La plantilla azul tuvo ayer en El Requexón una nueva sesión de trabajo a las órdenes de Ziganda para seguir preparando el partido ante el Mallorca. El balón fue el protagonista principal de un entrenamiento en el que los futbolistas llevaron a cabo distintos ejercicios, durante una hora y media aproximadamente, para finalizar el trabajo diario con un partidillo. Los azules están citados de nuevo a las 10.30 horas de hoy en El Requexón.
El Cuco tiene a su disposición a todos los jugadores de la primera plantilla, aunque el sábado no va a poder contar con Christian. Joselu fue el único futbolista del filial que se entrenó ayer con el primer equipo en la ciudad deportiva azul.
El Oviedo logró empatar con el Mallorca el partido de la primera vuelta que se disputó en el Carlos Tartiere. En uno de sus mejores partidos de la temporada, los de Ziganda remontaron un cero a dos y a punto estuvieron de llevarse los tres puntos, pero un buen remate de Samuel Obeng en el tramo final se estrelló en el palo.
