El Oviedo salió al partido con la firme intención de no entregar los primeros minutos, como había hecho en los anteriores encuentros. Una premisa que cumplió. Al equipo de Ziganda se le vio muy enchufado desde los primeros minutos, en los que metió al Castellón en su campo. El conjunto de Castalia apenas pasaba del centro del campo y sufría mucho con la presión de los azules.

Ese dominio se tradujo en un par de ocasiones claras para el Oviedo: una, en una jugada ensayada, que acabó con una volea de Nieto que se fue por muy poco. La otra, en un gran pase de un atento Tejera, acabó con el balón en los pies de Blanco Leschuk, que recortó y se entretuvo un poco, dando tiempo a un defensa rival a taponar su lanzamiento. Fue, sin duda, la más clara para los azules.

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A partir de ahí, un poco antes de la media hora de juego, el dominio azul se fue diluyendo y se vio al Castellón mucho más cómodo. Además, los azules vieron en unos pocos minutos tres tarjetas amarillas para Blanco Leschuk, Nahuel y Tejera que le condicionaban un poco. El Oviedo se fue a los vestuarios sin que Femenías tuviera que intervenir, pero con la sensación de que habían ido de más a menos en el primer acto del encuentro.

La segunda parte fue espesa, sosa y muy negativa para el Oviedo. Si un equipo se estaba mereciendo lograr algo ese era el azul, aunque ni estaba excesivamente lúcido ni generaba ocasiones.

El Castellón, por su parte, estaba algo más suelto y en el minuto 66 tuvo el golpe de buena suerte que necesitaba para ganar el partido. Una falta de Nieto en la banda acabó con un centro de Rubén Díez que Arribas remató en su propia portería.

El resto de la contienda fue un querer y no poder de los azules ante un Castellón metido en su área. El Oviedo, sin claridad, trataba por todos los medios de generar ocasiones, pero sus llegadas no supusieron peligro. Los minutos pasaban, la tensión crecía y finalmente el Castellón se llevó la victoria sin haber chutado ni una sola vez a puerta.

Derrota dolorosa del Oviedo, que le complica mucho la vida y que le obliga a reaccionar rápido sino quiere tener dificultades para salvar la categoría.