El ex jugador del Oviedo Lope Acosta falleció ayer en Tenerife a la edad de 62 años. Nacido en la localidad palmera de Tazacorte el 25 de octubre de 1958, fue jugador del Oviedo en la temporada 1984-85, en la que jugó un total de 31 partidos, 28 de ellos de titular y marcó 10 goles, siendo el máximo anotador esa campaña.
Lope Acosta fue un trotamundos del fútbol y militó en todas las categorías menos en Primera División, en la que nunca pudo llegar a debutar. Cristóbal Lope Acosta Lorenzo se formó en las filas del Aceró, donde destacó lo suficiente para que fichara por la cantera del Real Madrid. Con 17 años abandonó la “Casa Blanca” e inició una trayectoria tan prolija como singular: quince equipos diferentes en catorce temporadas, con cambios de residencia todos los veranos.
Delantero con velocidad y gol, Lope jugó, por este orden, para el Atlético Malagueño (76-77), Jerez Industrial (77-78), Mérida (78-79), Melilla (79-80), Getafe (80-81), Ibiza (80-81), San Fernando (81-82), Linares (81-82), Ceuta (82-83), Granada (83-84), Oviedo (84-85), Logroñés (85-86), CD Tenerife (86-87), Raja Casablanca (87-88), Tenerife (88-89) y Maspalomas (89-90).
Al Oviedo llegó en la temporada 84-85, siendo entrenador José Luis Romero. Debutó con la camiseta azul en el primer partido de Liga, ante el Bilbao Athletic en el Carlos Tartiere, encuentro que finalizó con derrota del equipo oviedista por 2-3.
La alineación del Oviedo en ese partido fue la integrada por Viti, Vili, Prados, Herrero, Juanito, Merayo, Blanco, Arias, Salamanca, Juan Luis y Lope Acosta.
Fue su primer partido con el Oviedo y marcó el primer gol de los azules esa temporada. Con el club ovetense consiguió la Copa de la Liga de Segunda División, el único título nacional que tiene el club azul en sus vitrinas.
Uno de los compañeros de Lope Acosta en el Oviedo fue Vili, que era además el capitán del equipo. A pesar de coincidir solo una temporada en el conjunto azul, Vili lo recuerda con cariño. “Era un buen compañero y una persona discreta, introvertido, pero se integró perfectamente en la plantilla”. A la hora de definirle como jugador señaló que “era un futbolista de banda, con un buen regate y con calidad”.
Vili recuerda como anécdota que Lope Acosta “tenía una perra de raza afgana que se llamaba ‘Beba’. Siempre la llevaba a los entrenamientos y la dejaba en el coche mientras nos entrenábamos en El Requexón. Siempre había alguno que se arreglaba para abrir el coche y dejar salir a la perra. Al acabar el entrenamiento la tenía que ir a buscar por todas las instalaciones”. Ayer, antes del partido ante el Sporting, el Tenerife, otro de los clubes en los que jugó Lope Acosta, guardó un minuto de silencio y sus jugadores lucieron brazaletes negros por su fallecimiento.
