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Siete partidos para convencer a Arnau: así afrontan Borja Valle y Rodri su futuro

Son los únicos atacantes del Oviedo que no tienen asegurada su continuidad más allá de junio

Borja Valle y Rodri, esta temporada. | LUISMA MURIAS

Borja Valle y Rodri son los únicos atacantes azules que no tienen el futuro resuelto más allá de junio. Leschuk, cedido en el Oviedo por el Antalyaspor, deberá regresar al club turco al final de la temporada.

El equipo azul tiene una opción de compra obligatoria en caso de ascenso a Primera, una posibilidad que se ve ya imposible por la situación clasificatoria, con el Oviedo a trece puntos del play-off con solo siete partidos por delante. El resto de atacantes están atados: Borja Sánchez, Sangalli y Obeng tienen contrato en vigor una vez que concluya la temporada y con el ovetense se negocia incluso una ampliación que salvo sorpresa llegará a buen puerto en los próximos días. No sucede lo mismo con Rodri y Borja Valle, dos jugadores con un salario importante, valorados por el club y por el entrenador, que no están contando con el protagonismo esperado.

La entidad, no obstante, no se moja sobre la posible continuidad (o no) de ambos. De su propio rendimiento, se apunta desde el Oviedo entre bambalinas, dependerá que el club se siente con ellos para abordar una renovación. A los dos jugadores, con casuísticas muy diferentes, les quedan por delante siete partidos para intentar convencer a Arnau, director deportivo. Borja Valle, de momento, no ha tenido la vuelta esperada al Oviedo. El berciano rechazó un contrato de varios años por la Ponferradina para volver a vestir de azul, fue el fichaje prioritario de Arnau y, a las órdenes del Cuco, Borja Valle solo ha sido titular en un partido. De momento, cero goles.

El problema de Rodri, por su parte, ha sido principalmente una lesión de hombro a principio de temporada que le hizo perder ritmo. El andaluz se marcó el reto de ser el máximo goleador del equipo y de momento lleva dos tantos, a tres de los máximos goleadores, que son Leschuk y Sangalli, con cinco. Rodri, que tenía una cláusula automática de renovación en caso de jugar un número determinado de partidos, ya no puede ampliar el contrato por esa vía y se sentará con el club a final de temporada. El ariete está feliz en el club y en la ciudad, pero será el Oviedo el que tenga la última palabra. Cuantos más goles meta, más fácil lo tendrá para convencer a Arnau, insisten en las oficinas azules.

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