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La cotizada madurez de Tejera antes de llegar a los 100 partidos con el Oviedo: "Sergio ha evolucionado"

El capitán acaba contrato y el club quiere renovarle, pero las posturas están muy alejadas

Tejera, ayer en El Requexón

El capitán azul se pone a 100. Sergio Tejera vive una semana muy especial. El sábado, si juega ante el Almería en el estadio Juegos Mediterráneos (18.15 horas, Movistar), llegará al centenar de partidos disputados con el Oviedo en competición liguera. Una cifra redonda para un jugador clave en esta etapa actual del Oviedo. El catalán, de 30 años, portador del brazalete desde esta campaña, vive su tercera temporada en el equipo azul. Ha tenido cuatro entrenadores –Anquela, Egea, Rozada y el Cuco Ziganda– y con todos ha sido indiscutible desde su llegada en el verano de 2018. En Oviedo, dicen los que le conocen, Tejera ha encontrado el lugar perfecto para dar un plus a su carrera y tener continuidad.

Casi nadie conoce mejor las características del centrocampista que Albert Villarroya, director de la cantera del Espanyol. Él le reclutó para el club catalán cuando Tejera tenía doce años. Al fichar por el Oviedo, Villaroya decía que si pudiese ficharía al catalán para el Espanyol. Tres años después, lo dice todavía más decidido mientras analiza el desarrollo de Tejera, a las puertas de cumplir los citados 100 partidos de Liga. “Sergio ha evolucionado mucho durante su etapa en el Oviedo. Tiene más continuidad en el juego y ya no es intermitente. Podemos decir que ha madurado: está más tranquilo y tiene liderazgo dentro del equipo”, explica el catalán.

“Si de mí dependiese estaría ya en el Espanyol”, asegura Villaroya, que incide en los aspectos en los que ha mejorado Tejera en los últimos años. “Cuando era más joven le afectaban los errores en la parte anímica y cualquier fallo disminuía su nivel en el campo. Ahora se le nota el aplomo que dan los años. Influye en el juego del equipo desde el inicio, con el pase de seguridad que se necesita en Segunda División, pero tampoco ha renunciado a las jugadas imaginativas que solo alguien con su clase puede firmar. Su influencia en las jugadas a balón parado es esencial”.

Desde la distancia, Villaroya ve al que fue su pupilo perfectamente acoplado al Oviedo y a sus compañeros, y piensa que todavía tiene cuerda para rato. “Creo que al menos le quedan tres o cuatro años para jugar en Segunda o incluso en Primera: Sergio tiene nivel de sobra para jugar más arriba, pero el fútbol es impredecible”, finaliza Villaroya.

Impredecible es también el futuro del propio Tejera, que acaba contrato con el Oviedo en junio y desde el pasado enero ya es libre para negociar con otro equipo. El club azul quiere renovarle, pero lo cierto es que las posturas están muy alejadas en la actualidad. Ambas partes han mantenido contactos para abordar una renovación, pero de momento no se atisba un acuerdo a corto plazo. La sensación que hay en el Oviedo y en el entorno del jugador es que el futuro se solucionará con la temporada finalizada.

La entidad sabe que Tejera es un futbolista con cartel en la categoría y que para retenerlo deberá hacer un esfuerzo tanto en dinero como en años de contrato, y el futbolista es consciente de que tiene la sartén por el mango por la libertad que le da finalizar contrato. Mientras se resuelve su futuro, la pretensión de Tejera no es otra que encarrilar la salvación del Oviedo cuanto antes. También colarse en selecto club de los jugadores con 100 partidos con el Oviedo en el fútbol profesional. En esta etapa en Segunda, hay varios futbolistas que llegaron a esa cifra: Christian Fernández (169), Saúl Berjón (114), Diegui (113), Linares (102) y Toché (136), Carlos Hernández (109) y Mossa (124).

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