Rubi fue presentado ayer como nuevo entrenador del Almería y lo hizo después de dirigir la segunda sesión al frente del conjunto andaluz. El técnico catalán aún no ha podido acercarse a sus jugadores debido al protocolo covid que han de seguir todos los equipos de LaLiga. A pesar de todo, en las dos sesiones que lleva sí que ha tenido tiempo de tomarle el pulso a un equipo que aspira al ascenso a Primera División.
Uno de los primeros mensajes que quiso lanzar Rubi es que ahora solo toca pensar en el partido de mañana ante el Oviedo: “Mi mensaje es claro: Oviedo, no hacer cábalas, tenemos que ponernos las pilas para que el equipo crezca porque opciones de ascenso hay”. En cuanto al plan de preparación de un partido a tan corto plazo, reconoció que es “complicado”: “Es una tarea complicada, hay que tener clara la información que dar al equipo en tres días porque no puedo cambiar setenta cosas y volver loco al jugador; tenemos que aprovechar lo que funciona y a partir de ahí buscaremos reforzar algún concepto de fortaleza defensiva”.
El exentrenador, entre otros, del Sporting aseguró que llega al Almería con la intención de cubrir un periodo largo: “Quiero echar raíces en el Almería”, dijo.