Una primera parte horrible y una mejoría radical en la segunda. Así se puede resumir el partido que empató a 2 el Oviedo en Almería. El conjunto azul reaccionó, más con pundonor que con juego, a los dos goles en contra con los que terminó la primera parte. Primero Obeng al aprovechar un pase de Nahuel tras un grosero error de la zaga local y después el central Grippo, de chilena, en un centro tras una falta lateral tocada previamente por Carlos Hernández bastó a los de Ziganda para empatar los dos goles del Almería en la primera parte y sumar un punto de oro en su lucha por la salvación. 

En la primera parte el Oviedo duró en el partido un cuarto de hora. A partir de ahí, el equipo de Ziganda fue completamente superado por un Almería que daba sensación de peligro cada vez que se aproximaba al área de Femenías.

La alineación que puso sobre el césped Ziganda sorprendió al conocerse y lo que sucedió a continuación no ayudó en absoluto a explicarla. El técnico azul volvió a apostar por una defensa con cinco centrales, prescindiendo de uno de los que estaba rindiendo a mejor nivel, Arribas, y apostando por Carlos Hernández y Christian Fernández, que llevaban varios partidos sin jugar, para acompañar a Grippo. En los dos laterales, Diegui Johannesson, por la derecha, y Mossa. 

La nueva composición de la defensa estuvo lejos de funcionar: estuvo lenta y poco precisa. En ataque, no jugaron ni Rodri ni Blanco Leschuk, sino que fue Obeng al que le tocó pelearse con todos sin demasiado éxito. Borja Valle y Nahuel se suponía que le debían ayudar, pero tampoco pudieron hacer demasiado. Del que no hubo noticias en el once inicial fue de Borja Sánchez, que fue importante en la segunda parte. 

Así las cosas, tampoco podía falta una dosis de desgracia para que las cosas se le pusieran definitivamente en contra a los azules en la primera mitad. Al cuarto de hora de partido, Diegui Johannesson cometió un penalti bastante claro sobre Akieme. Lo tiró Corpas y lo paró Femenías. Duró poco la alegría azul porque, a instancias del VAR, lo que primero había sido señalado como una falta sobre Obeng en el área del Oviedo acabó como un penalti del delantero azul. Esta vez, Sadiq, el máximo goleador del Almería, no erró. El propio Sadiq hizo el segundo a la media hora sacando un disparo muy rápido y certero dentro del área ante el que Femenías, tapado por sus compañeros, nada pudo hacer.

En la segunda parte todo cambió. Ziganda dio entrada a Jimmy por Tejera, colocó a Mossa de extremo, renunciando a la defensa de cinco, y Christian Fernández pasó a ocupar el lateral izquierdo. No comenzó muy bien el conjunto azul, pero un error grave de la defensa del Almería acabó con el balón en los pies de Nahuel en la frontal del área, éste le pasó el balón a Obeng, que se quedó solo delante del portero y no falló.

El gol cambió el partido, preocupó al Almería, que se metió un poco más atrás y ya no jugaba con tanta fluidez. Sin muchas ocasiones en ninguna de las dos porterías, sí que dio la sensación de que las cosas eran diferente, con un Oviedo que fue dando entrada al campo a Borja Sánchez, Blanco Leschuk y Rodri, en busca del tanto del empate. Sin embargo, este llegó en una chilena del central Grippo en una acción inverosímil que tuvo que revisar el VAR no se sabe muy bien por qué. El centro de Borja Sánchez, la pelea de Carlos Hernández y el acierto de Grippo bastaron para sumar un punto que vale oro para conseguir la permanencia.