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El Oviedo saca el carácter: análisis del momento azul y sensaciones de la plantilla

El equipo azul se acostumbra a remar en contra en los partidos y responde en los campos difíciles

Los jugadores del Oviedo celebran el tanto de Grippo que supuso el empate (2-2) ante el Almería. | LOF

Sábado. Alrededor de las 19.00 horas. Vestuario visitante del estadio Juegos Mediterráneos. Descanso de un partido que para los que visten de azul parece una pesadilla. El Oviedo va cayendo 2-0 y los jugadores llegan a la caseta con el ánimo por los suelos. Hay miradas al suelo, gestos de derrota y mucho agobio en el ambiente. Una hora después, en el mismo lugar, los jugadores son los mismos, pero parecen otros. Ahora hay sonrisas, abrazos, gritos, gestos de alivio y una consigna general: “A seguir”.

El 2-2 ante el Almería tras igualar un 2-0 al descanso ha supuesto un empuje de confianza absoluto para el Oviedo a falta de cinco citas para poner fin a un curso que para el equipo azul ha estado lleno de baches. “Pese a no ganar, necesitábamos un partido así”, explicaba ayer un jugador, ya en frío y de vuelta a Asturias, después del empate. El Oviedo, pues, encara un tramo final con energías renovadas.

El carácter del grupo. La lectura más inmediata de la igualada azul en el estadio Juegos Mediterráneos señala al carácter. Fue lo que dijo Ziganda nada más acabar el encuentro y así se lo recalcó a los futbolistas en privado. No es la primera vez que el equipo azul saca a relucir el orgullo en situaciones adversas. Es esa cualidad del equipo la que más se valora en el club del equipo de Ziganda. “Se dejan todo y nunca se dejan ir”, recalcan.

Y los datos dan la razón: no es la primera vez que el Oviedo se rehace de un resultado en contra y al menos empata un partido. Además, con lo sucedido el sábado en Almería ya van dos veces en las que el equipo azul es capaz de igualar dos tantos en un partido. La vez anterior sucedió ante el Mallorca en el Tartiere (2-2), un empate bajo la lluvia que se le hizo corto al Oviedo. El problema para el equipo azul es que solo en dos ocasiones consiguieron una remontada plena: ante el Zaragoza (1-2) y frente al Lugo (3-1). En el resto de partidos, siete, el Oviedo acabó empatando, su resultado favorito esta campaña.

El Oviedo responde en los campos más difíciles. Otra visión positiva de una campaña difícil apunta a las buenas señales que el equipo azul emite ante los equipos de arriba. Especialmente a domicilio. Entre los cuatro primeros clasificados, el equipo del Cuco solo se dejó una derrota en Butarque contra el Leganés, en un partido marcado por una revolución del Cuco: diez cambios de golpe. El resto, tres empates: en Son Moix ante el Mallorca (0-0), en el RCDE Stadium ante el Espanyol (1-1) y en el Juegos Mediterráneos el pasado sábado (2-2). La única victoria a domicilio contra un equipo de play-off fue la lograda en El Molinón ante el Sporting.

Una revolución fallida que no acabó en drama. Ziganda asumió toda la responsabilidad de la mala imagen del Oviedo en la primera parte. “Yo hago las alineaciones”. El Cuco se puso de este modo en el foco tras un cambio de sistema y un baile de nombres que no dio el resultado esperado. En la segunda parte, cuando el Oviedo atacó, mejoró y plantó cara. De ahí que el sistema de cinco defensas, que tampoco salió bien en Alcorcón, apunte a morir antes de tiempo. Sí que hay determinados automatismos que podrían repetirse: Christian Fernández acabó jugando de lateral izquierdo y no es descartable que repita en esa posición.

La lectura que hace el club: toca hacerse fuerte en casa. En los despachos del Oviedo se recibió el punto logrado con mucho alivio. La lectura que se hace en estos momentos es clara: se deben ganar los tres partidos que quedan en casa: Sabadell, Málaga y Mirandés. Por firmar rápido la permanencia, por no sufrir y por quedar lo más arriba posible y así recibir más dinero en función a la clasificación. Al Oviedo le llegan ahora dos partidos seguidos en el Tartiere, los citados Sabadell y Málaga, ocasión perfecta para llegar a los 50 puntos y pensar sólo en el futuro.

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