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Arnau, eterno en Les Planes: el fútbol honra al director deportivo del Oviedo en un emotivo funeral

“El aprendiz supera al maestro y voy a intentar hacerlo”, dice el hijo pequeño del director deportivo azul en el funeral del catalán en Gerona

Pol Arnau, María José Camacho y Marc Arnau, hijos y viuda de Francesc Arnau, ayer en el funeral Marc Martí

“¡Ya tenemos portero internacional, Francesc Arnau!”. En Les Planes d’Hostoles, un pequeño pueblo de 1.800 habitantes que está a unos 100 kilómetros de Gerona, el director deportivo del Oviedo era una institución. Motivo de orgullo para sus paisanos.

Y con mezcla de tristeza y orgullo despidió ayer Les Planes a Francesc Arnau, fallecido en Oviedo el pasado viernes. Fue un en emotivo acto al que acudieron unas 600 personas. El Oviedo no se perdió la cita. Tampoco ilustres excompañeros del exdirectivo como Iván de la Peña, Albert Celades, Albert Luque, Albert Ferrer, Javier García Pimienta, Carles Busquets o Jesús Angoy. No faltó Carles Puyol, que fue el mejor amigo de Arnau en el mundo del fútbol y el hombre que recomendó a Arturo Elías su fichaje por el Oviedo.

Al exfutbolista se le vio afectado, intentando apoyar a la familia de Arnau en todo momento. El funeral duró una hora. El catalán fue incinerado en Oviedo y sus restos fueron trasladados el sábado. El hijo pequeño de Arnau, Pol, tomó la palabra y heló a muchos de los presentes con su temple: “Como dice el dicho, el aprendiz siempre supera al maestro. Yo lo voy a intentar hacer toda mi vida”.

Josep Arnau, padre del fallecido, agradeció a los presentes el apoyo, todavía roto por el dolor. El hueco que ha dejado el catalán entre los suyos es imposible de llenar. El Oviedo se volcó con el catalán. “Teníamos que estar aquí, el partido contra el Mirandés nos daba igual”, comentó el vicepresidente azul Manuel Paredes a varios asistentes al acto, que tuvo lugar en la propia finca de la masía en la que nació Arnau, que ahora es una casa rural gestionada por sus padres.

“Entró en el Oviedo con una ilusión tremenda, fue un gran profesional. En este tiempo nos ha dejado una huella muy importante e hizo una gran labor en diciembre de la pasada temporada que nos facilitó seguir en el fútbol profesional, en Segunda”, apostilló Paredes. La Liga y la Federación enviaron coronas de flores. También los clubes con los que tuvo relación: Barcelona, Málaga y Real Oviedo, a los que se sumó el Sporting.

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Compañeros y amigos despiden en Girona a Francesc Arnau EFE / Marc Martí

Federico González, director general; Fernando Corral, portavoz del consejo; César Martín, responsable de relaciones institucionales y David Comamala, secretario técnico, completaron la comitiva azul, que llegó a Les Planes acompañada por los directivos del Barcelona, entre los que estaban el vicepresidente culé Rafael Yuste. Los directivos de ambos clubes partieron juntos del Camp Nou a las 11.00 horas. El club azul le agradeció el trato “impecable y cariñoso” al blaugrana. También estuvo en tierras catalanas José Moro, presidente del Oviedo Femenino, que tuvo una relación muy cercana con Arnau y ha estado en primera línea apoyando a su familia desde que se conoció la terrible noticia.

La mujer de Arnau, María José Camacho, formaba parte del día a día del Oviedo Femenino desde su llegada a Oviedo. No tenía ficha, pero era una jugadora más y acompañaba al equipo en todos los desplazamientos. “Arnau deja un vació enorme en el Oviedo y en el Oviedo Femenino. Era una gran persona y su mujer y sus hijos son gente excepcional y han sido un gran apoyo en toda la temporada”, explicó Moro.

Muchos vecinos recordaban ayer todo lo que aportó Arnau a la localidad. Y eso que se fue a la cantera del Barcelona con solo 14 años y ya nunca volvió. Al pueblo acudía cuando su trabajo se lo permitía y siempre que regresaba tenía algún detalle con sus paisanos. Era habitual verle con camisetas del Málaga o del Barcelona para regalar y en los veranos se celebraba un torneo de fútbol en su honor.

Arnau era hijo de Anna Grabalosa, que fue trabajadora de Correos, y Josep Arnau, que trabajó de agricultor y es una persona muy conocida en su pueblo al ser concejal del Ayuntamiento por el partido Junts per Les Planes. Los padres de Arnau regentan en la actualidad una casa rural en su propia Masía, donde ayer tuvo lugar el funeral. Arnau empezó a jugar de defensa en el equipo de su pueblo, Les Planes. Imitó a su padre, que también fue zaguero.

Un buen día se puso debajo de la portería y ya no se movió. Destacó tanto, tanto, que el Barcelona le pidió a Esteve Puigdemont, ojeador del club en los años ochenta en la comarca de La Garrocha, que encontrara un portero alto para los infantiles del Barça. El elegido fue un rubio espigado que se llamaba Francesc Arnau. Ahí empezó su intensa carrera en el fútbol. El pueblo vibró cuando Arnau levantó el europeo sub-21 con la selección española.

Fue elegido el mejor jugador del torneo. En Les Planes d’Hostoles se colgaron pancartas por Arnau. La nostalgia de esas pasadas alegrías quedó truncada por la enorme tristeza debido a su pérdida. Guillermo Amor, director de relaciones institucionales del FC Barcelona, dijo que “es un momento durísimo para nosotros. En la vida a veces pasan cosas inesperadas e inexplicables. Ahora hay que seguir adelante. Arnau era una persona extraordinaria”. Ya en la calle, una vez finalizado el funeral, una anciana lloraba al hablar del exfutbolista, y lo recordaba persiguiendo todo el día el balón. “Ha sido como una pedrada”, afirmaba su marido. Los compañeros de la escuela de la quinta de 1975 guardan las cartas que se empezaron a enviar cuando Arnau fichó por el infantil del Barça y se marchó a La Masía.

Miquel, de 88 años, aún recuerda el viaje con R5 de regreso de un torneo en Mula, en Murcia, con Arnau, su padre y dos hermanos García Junyent. Hoy, en el museo culé que ha construido en una habitación de su casa, repleta de recortes de diario, pósteres, cintas de VHS, libros e incluso destornilladores, tiene una foto de Arnau dedicada y una vela justo al lado, y llora al hablar de él. De Francesc Arnau Grabalosa, patrimonio de Les Planes d’Hostoles para siempre.

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