Entrevista | Blanco Leschuk Delantero del Oviedo, finaliza su cesión este mes

“He sido feliz en el Oviedo y no descarto seguir, ¿por qué no?”

“Metí pocos goles y es mi responsabilidad; lo importante es que el equipo no descendió”

Leschuk, en  Proaza, en uno de sus últimos días en Asturias.
 Blanco Leschuk

Leschuk, en Proaza, en uno de sus últimos días en Asturias. Blanco Leschuk / Xuan FERNÁNDEZ

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Oviedo

Gustavo Blanco Leschuk (Mendoza, Argentina, 1994) no rehúye la autocrítica: “Metí pocos goles y esa es mi responsabilidad”. El delantero del Oviedo, que ya está en su ciudad, Mendoza, interrumpe sus vacaciones para atender la llamada de LA NUEVA ESPAÑA y hacer balance sobre la temporada que acaba de concluir. Leschuk anotó siete goles y fue el máximo anotador. El argentino estuvo cedido en Oviedo por el Antalyaspor turco y no descarta seguir en el club azul la campaña que viene si la entidad se lo ofrece.

–¿Qué balance hace de la temporada?

–El curso fue bueno para mí. No me lesioné de gravedad y jugué bastante. Respecto al grupo, lo importante es que no bajamos. Es cierto que no hice bastantes goles, pero al menos sirvieron para ayudar al equipo

–¿Esperaba más?

–Sinceramente, sí. Todo jugador se espera muchas cosas, y más cuando llega a un equipo como el Oviedo. A veces una temporada no va por donde uno quiere. Yo quería jugar más, meter más goles y ser más figura, por así decirlo. Tengo que mejorar en muchas cosas y tengo tiempo para hacerlo.

–¿Por qué el equipo no fue capaz de colarse arriba?

–En muchos partidos nos faltó concentración, a nivel individual y de grupo. Yo, por ejemplo, tuve muchos fallos en ocasiones y no hay que poner excusas. Los jugadores tenemos la responsabilidad del equipo. Muchas veces se olvida la importancia de la concentración en el fútbol. Un 1-0 son tres puntos.

–En varios tramos no fue titular, ¿lo entendió?

–Lo tomaba bien. Ziganda es el comandante y sabe en qué momento puede jugar un futbolista y ante qué rivales. Yo siempre respeté sus decisiones e hice lo que él me pidió. No tengo nada que reprocharle.

–¿Cree que le perjudicó el sistema del juego?

–No. Tuve muchas oportunidades para jugar y no creo que haya sido un problema del equipo. El sistema de juego fue bueno. Metí pocos goles y es mi responsabilidad.

–¿Echó de menos jugar con otro delantero?

–Puede ser que sí. Jugar con otro al lado siempre es bueno. Tener un delantero que corra, que abarque campo y genere espacios, me viene bien por mi forma de juego.

–No parece arrepentido de haber estado en el Oviedo.

–¡Para nada! Fue una experiencia nueva y muy positiva para mí. Jugué mucho y eso es lo que necesito para ser feliz. En Oviedo lo fui.

–¿Qué tal era el vestuario?

–Un grupo de grandes personas y buenos profesionales. Lo noté nada más llegar. Yo cuando estoy en España me siento como en casa. Ya me sucedió en la etapa del Málaga.

–¿Qué le dijo el club al final de la temporada?

–Hablé con Mata y con Federico y me dieron las gracias por mi profesionalidad y mi trabajo. Fue una conversación agradable.

–¿Habló con Ziganda?

–Sí. También me agradeció la temporada y me dijo que era muy buen profesional. Yo le deseé lo mejor en el futuro.

–¿Dónde va a jugar el año que viene?

–Tengo que hablar de muchas cosas con mi agente sobre mi futuro. De momento, me quedan dos años de contrato en Turquía, pero la verdad que no sé si me voy a quedar ahí. Ahora quiero desconectar.

–¿Si el Oviedo se lo ofrece seguiría en el club?

–No lo descarto, ¿por qué no? Aquí he sido feliz. Siempre y cuando mi familia esté dispuesta a seguir y decidamos que es lo mejor. Mi “problema” es que no soy jugador libre.

–¿Qué cree que necesita el club para crecer?

–Más concentración. Creo que en una categoría tan complicada como Segunda División lo importante es eso. A nivel de club no puedo opinar. No soy ni director deportivo ni técnico.

–¿Deja amigos en Oviedo?

–¡Muchos! He estado muy feliz. Con el covid no salí mucho por la ciudad, pero sí aproveché para hacer turismo por Asturias. Es una región preciosa y me llevo un gran recuerdo de todo. Toda la gente que rodea al Oviedo merece la pena.

–¿El vestuario logró asimilar el fallecimiento de Arnau?

–Fue un shock enorme. El día en el que murió estuvo en el club. Yo hablé con él por la tarde en El Requexón. Me enteré de todo desayunando y no me lo podría creer. Es terrible lo que ha pasado. Tenía muy buena relación con él y fue un gran apoyo para mí.

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