Quizá el menos mediático, del que menos se hablaba, fue Ángel Martín González. “Era el mejor, pero no le dejaban hacer nada”. Lo dice un exjugador del Oviedo que coincidió con el madrileño, exsecretario técnico del Oviedo (2017-2019) y actualmente director deportivo del Getafe, en Primera División. González fue el segundo responsable deportivo del club azul desde que el Grupo Carso asumió la gestión del equipo. Antes que él estuvo Carmelo del Pozo y luego llegaron Michu y Francesc Arnau, que falleció el pasado día 22 de mayo. Ahora el Oviedo está en plena búsqueda del quinto responsable que tome decisiones en los despachos.
En anhelo de un nuevo proyecto, el definitivo, para que el equipo opte por fin a Primera, evoca al pasado más reciente. El Oviedo de esta etapa en Segunda no se entendería sin esos cuatro directivos que lideraron una parcela con estilos antagónicos. Los que trataron con ellos dan pinceladas sobre su estilo.
Si se pregunta en el club, los dos mejor valorados son sin duda Francesc Arnau y Ángel Martín González. “Ángel tenía muy buenos contactos en el fútbol y buenas relaciones, mejores que el resto. Carmelo sabía moverse bien, pero era más intenso en el día a día. Michu tenía poca experiencia y vivió el cargo de forma más pasional al haber sido exfutbolista”, recuerda un miembro del club. Los tres anteriores ejercieron su cargo bajo el paraguas de Joaquín del Olmo, mandamás desde 2014 hasta 2019, y su ratio de acción fue limitado.
Ninguno de ellos tuvo nunca la última palabra para elegir entrenador. Carmelo del Pozo, actualmente en el Hércules, confeccionó una buena plantilla en el primer año en Segunda manteniendo el bloque del ascenso, pero tras la dimisión de Egea su situación se hizo insostenible por las diferencias que había tenido con el argentino y se fue antes de tiempo. Ángel Martín González tuvo dos vertientes: los fichajes extranjeros sin experiencia en España que no tuvieron apenas rendimiento y las incorporaciones nacionales como Tejera, Mossa o Carlos Hernández, que acabaron siendo el bloque del equipo.
En 2019 González aceptó la oferta del Getafe y Del Olmo sorprendió nombrando a Michu, un perfil sin apenas experiencia. “Quizá necesitaba un poco más de rodaje”, admiten ahora en el Oviedo. Fichajes como Sangalli, Nieto u Ortuño fueron los grandes aciertos el exjugador azul, aunque la mala situación del equipo puso en dicho la confección de la plantilla. Mermado por la falta de confianza tras la marcha de Del Olmo, Michu se echó a un lado, acabó en el Burgos y ascendió recientemente a Segunda siendo director deportivo. Arnau le sustituyó en el Oviedo. Fue el primer director deportivo de Carso sin Del Olmo. Y se notó por la libertad que tuvo en sus decisiones. Con mando en plaza, el catalán protagonizó un mercado de invierno salvador y tomó la decisión de cesar a Rozada y firmar a Ziganda.
El equipo se salvó con Arnau en su mejor momento profesional. Aunque sus dos mercados posteriores no fueron exitosos: muchas de sus apuestas no tuvieron protagonismo y la joya de la corona, Borja Valle en invierno, se fue sin pena ni gloria. Entre los cuatro, Arnau, Michu, Ángel Martín González y Del Pozo, firmaron 71 futbolistas. A casi doce por temporada. El Oviedo ya espera al nuevo director deportivo, el que fichará al número 72.
